22 de agosto: día para recordar a las víctimas de la violencia por motivos religiosos

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EL 22 DE AGOSTO, DÍA INTERNACIONAL DE LA ONU DE CONMEMORACIÓN DE LAS VÍCTIMAS DE ACTOS DE VIOLENCIA MOTIVADOS POR LA RELIGIÓN O LAS CREENCIAS, Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), organización católica que apoya a los cristianos perseguidos y que sufren en más de 140 países, destaca varias cuestiones importantes para recordar en esta ocasión:

1. La falta de respuesta internacional a las innumerables células terroristas islámicas en África. El rápido crecimiento de los grupos militantes yihadistas en la región del Sahel, y en los países vecinos, pero también en el suroeste del continente, es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta el mundo. En medio de la preocupación internacional por la miríada de conflictos geopolíticos en otros lugares, el cambio climático y las catástrofes medioambientales, ACN lamenta que las víctimas de la violencia por motivos religiosos en África sean olvidadas con demasiada frecuencia.

2. La amenaza a la libertad religiosa en la región del Sahel tiene graves consecuencias, no solo para los miembros de los grupos religiosos amenazados, sino para el crecimiento y el desarrollo de naciones enteras. Un ejemplo claro es el de Burkina Faso, donde durante décadas la Iglesia católica ha tenido un enorme impacto en la sociedad civil a través de su importante labor en los campos del desarrollo social, la educación y la sanidad, pero actualmente es casi incapaz de llevar a cabo ninguna labor social, educativa, humanitaria o pastoral fuera de la capital. Alrededor del 80% del país es inaccesible debido a la presencia de grupos yihadistas.

3. Una espiral de violencia en Nigeria. El país con la mayor población de África está experimentando una escala sin precedentes de violencia de base religiosa que, según advierte ACN, podría empeorar aún más a menos que la comunidad internacional se una para abordar y buscar soluciones a los problemas. La lista de casos recientes de violencia es interminable. En junio, más de 40 personas inocentes fueron masacradas en una iglesia católica y al menos 18 sacerdotes fueron secuestrados en 2022, cuatro de los cuales fueron asesinados. En mayo se produjo el asesinato de Deborah, una estudiante universitaria de Sokoto a la que sus compañeros apedrearon e incendiaron por haber enviado supuestamente mensajes ofensivos sobre Mahoma. Recientemente, los terroristas lanzaron varios ataques en Abuja, la capital. Hay que decir que la violencia suele estar causada por luchas por los recursos, o por rivalidades étnicas, sin embargo, la motivación religiosa de los atentados de los grupos extremistas es un factor claramente creciente.

4. Millones de desplazados y refugiados. Muchas de las víctimas de la violencia provocada por los extremistas religiosos han tenido que huir de sus hogares ancestrales. ACN estima que más de 15 millones de personas están actualmente desplazadas en los 12 países africanos identificados en el Informe ACN 2021 sobre Libertad Religiosa en el Mundo como sujetos a una grave persecución religiosa.

5. El preocupante aumento del uso de la violencia sexual contra los grupos religiosos minoritarios, incluidos los secuestros y los matrimonios y conversiones forzados en países como Pakistán y Egipto, representa un problema grave y creciente que el mundo no debe ignorar. La gran mayoría de las víctimas son mujeres menores de edad.

6. Un alarmante aumento de los ataques religiosos en América Latina, encabezado por Nicaragua, donde en menos de cuatro años la Iglesia católica ha sufrido más de 190 ataques y profanaciones, incluyendo el incendio de la Catedral de Managua, agresiones al clero, el cierre de medios de comunicación católicos y la expulsión de las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa. En países como México y Colombia, así como en Argentina y Chile, los grupos extremistas buscan silenciar las voces de los líderes de la Iglesia y restringir la libre expresión de los grupos religiosos en la plaza pública.

7. Imposición de nuevas ideologías seculares agresivas. En ciertas democracias liberales existe una creciente limitación de las expresiones de las creencias religiosas en los espacios públicos a través de numerosos casos de intolerancia y discriminación contra grupos religiosos, predominantemente cristianos, e intentos de criminalizar las opiniones religiosas tradicionales cuando éstas contradicen las nuevas ideologías seculares agresivas.

“No hace falta que te asesinen para ser una víctima; basta con que te restrinjan tus libertades básicas. Los cristianos de Malí, Níger, Nigeria y Burkina Faso, por nombrar solo algunos, viven prácticamente en guetos y practican su fe en la clandestinidad, advierte Thomas Heine-Geldern, Presidente Ejecutivo de ACN.

“La mayor tragedia de todas es la indiferencia de tantos ante la persecución religiosa. No podemos callar ante esta situación”, declara Heine-Geldern”.

“El 22 de agosto debemos recordar no solo a los que perdieron la vida, sino también a todos los que son víctimas de la discriminación y que sufren las consecuencias inmediatas de la violencia, así como a los desplazados, a los que quedan traumatizados y a todos los que son secuestrados, incluidos algunos cuyo paradero sigue siendo desconocido”, afirma.

“Además de dos sacerdotes en Burkina Faso y dos en Nigeria, más de 10 sacerdotes siguen desaparecidos en China, algunos de los cuales llevan meses, otros, años. No los olvidemos”, afirma Heine-Geldern.

“ACN insiste en la importancia vital del diálogo interreligioso para contrarrestar el fundamentalismo religioso, y pide a los líderes religiosos, a los políticos y a los medios de comunicación que desempeñen un papel crucial en la construcción de comunidades centradas en la paz y la justicia. También se pide a las organizaciones e instituciones internacionales que se comprometan a garantizar el derecho a la libertad religiosa”, afirma el presidente ejecutivo.

—Maria Lozano