COMPARTIR:

NUESTRO TRABAJO ALREDEDOR DEL MUNDO

Desde 1947, Ayuda a la Iglesia que Sufre ha atendido las necesidades pastorales y humanitarias de la Iglesia, apoyando a los fieles y, en general, a los desamparados cuando son perseguidos, oprimidos o están desprotegidos. Nuestra misión es la siguiente:

  • Apoyar y promover la Iglesia, especialmente en los países donde los cristianos sufren persecución o discriminación;
  • Fomentar las demás obras caritativas de la Iglesia, prestando asistencia práctica y atención pastoral a las personas que la necesiten, especialmente a las que viven en esos países o son refugiadas en ellos.

Cada año, Ayuda a la Iglesia que Sufre apoya más de 5.000 proyectos en 149 países, principalmente en las siguientes áreas:

  • Apoya la formación de sacerdotes y monjas.
  • Ayuda a las hermanas contemplativas y a los religiosos de edad avanzada.
  • Reconstruye iglesias y capillas.
  • Promueve la Palabra de Dios a través de los medios de comunicación cristianos.
  • Ayuda a los refugiados y a los fieles perseguidos.
  • Distribuye literatura espiritual.
  • Proporciona transporte a los trabajadores pastorales.
  • Ofrece estipendios de misa a los sacerdotes pobres.

NUESTROS DONANTES

Ayuda a la Iglesia que Sufre cuenta con el apoyo solidario de más de 330.000 donantes de todo el mundo. A través de sus oraciones y de sus donaciones, nuestros queridos donantes son el corazón de nuestra organización y nos permiten continuar nuestra misión de ayuda a la Iglesia perseguida y a sus fieles que sufren. 

Además de sus contribuciones y oraciones, sus palabras de apoyo nos inspiran y significan mucho. He aquí algunas de las que recibimos.

Scroll to Top

Palabras de consuelo y esperanza

“Esta breve nota es para hacerles saber que nosotros, los monjes de Sri Lanka, rezamos por el mundo entero todos los días de 7:30 pm a 8:30 pm ante el Santísimo Sacramento. Y mientras rezamos por el mundo entero, no nos hemos olvidado de usted en ACN; usted y sus seres queridos también son recordados de manera especial. Rezamos para que el Buen Señor los proteja a ustedes, sus seres queridos, de esta pandemia, ya que creemos en un Dios que es bueno”.