Argentina: «Los inmigrantes tienen el rostro de Jesús»

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Con financiación de Ayuda a la Iglesia que Sufre, un reciente proyecto pretende integrar a los inmigrantes en Argentina y crear agentes de pastoral para afrontar los retos de la inclusión, como las barreras culturales y lingüísticas.

«Los inmigrantes necesitan algo más que compasión y ayuda material. Tenemos que preguntarles por sus raíces: su religión, sus tradiciones. ¿Cómo podemos entender la religión popular, con todas sus tradiciones? ¿Cómo podemos rezar con nuestros hermanos inmigrantes?». Estas son algunas de las preguntas que se plantea el padre Juan Antonio Ramírez Moreno, secretario general de la Fundación Comisión Católica Argentina para las Migraciones (FCCAM), durante una conversación con la organización caritativa católica internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).

Argentina es uno de los principales destinos de los migrantes en América Latina. En 2023, el Instituto Nacional de Estadística y Censos informó que había cerca de 2,5 millones de inmigrantes en el país, lo que representa alrededor del seis por ciento de la población.

«Nunca habíamos tenido tasas tan altas de inmigración y emigración», explica el padre Juan Antonio. «Estos movimientos migratorios tienen diversas causas, pero afectan sobre todo a personas con dificultades económicas y culturales, que intentan escapar de situaciones desesperadas».

La integración de los que llegan no siempre es fácil, debido a las barreras lingüísticas, culturales y económicas que dificultan la llegada de los nuevos residentes.

Según el padre Juan Antonio, el reto es «aprovechar esa fe que va más allá de las costumbres y tradiciones y que se expresa siempre en una actitud del corazón o en obras de misericordia. Como Iglesia, queremos potenciar esto, y por eso hemos puesto en marcha una serie de iniciativas.»

Rezar con los emigrantes

Una de estas iniciativas, en la que ACN ha colaborado, es la creación de un documento llamado «Orar con los migrantes», con diferentes textos y oraciones, incluyendo un Vía Crucis, celebraciones de la Palabra, el Rosario, intenciones de oración y textos de diferentes diócesis del país, dedicados a orar con las comunidades migrantes.

El documento «Orar con los migrantes» también profundiza en la Doctrina Social de la Iglesia y ofrece «herramientas prácticas para fortalecer la fe y el servicio de los voluntarios que trabajan con los más necesitados», señala el padre Juan Antonio.

Otra iniciativa, explica el sacerdote, es formar agentes de pastoral que trabajen con los emigrantes, proporcionándoles conocimientos y ayudándoles en su formación espiritual.

Según el secretario general de la FCCAM, es importante hablar de inmigración, ya que «tratar este tema nos hace más sensibles a una realidad que nos rodea y que no podemos ignorar. Nuestros hermanos y hermanas emigrantes no son personas sin rostro; cada uno de ellos tiene el rostro de Jesús. Es Jesucristo quien llega a nuestras costas y cruza nuestras fronteras».

Una iniciativa que llegó al Papa Francisco

Otra iniciativa es un calendario decorado con dibujos de las diferentes advocaciones marianas en América Latina, llamado «María en las Américas», que fue diseñado por la artista Karina Carrescia. Según la FCCAM, este proyecto «mezcla la fe, la belleza y los símbolos de nuestra tierra», y sirve no solo para recaudar fondos, sino también para ofrecer una visión moderna del arte sacro en el continente.

El proyecto pone en primer plano a la Virgen María, como símbolo de esperanza para los migrantes, y ha tenido un impacto significativo, habiendo llegado hasta el Papa Francisco, quien, al recibirlo, animó al artista a «seguir promoviendo la alegría del Evangelio a través de tu arte».