Cuba: “La peor pobreza es la falta de libertad”
HA PASADO UN AÑO DESDE LAS HISTÓRICAS PROTESTAS PACÍFICAS EN CUBA, que tuvieron lugar el 11 de julio de 2021, movilizando a millones de personas en toda la nación caribeña. En los últimos meses, una nueva crisis social y económica ha vuelto a provocar la emigración masiva. El padre Bladimir Navarro, un sacerdote cubano que vive en España, habló sobre la situación con Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).
¿Cuál es la situación de Cuba en estos momentos?
La gente de Cuba está pasando hambre y muchas otras necesidades. Es muy triste ver a los ancianos vendiendo sus pertenencias en la calle solo para conseguir el dinero suficiente para poder comprar algo de comer, o ver las enormes colas en las tiendas. El pueblo de Cuba sufre la peor forma de pobreza, que es la falta de libertad. Otro asunto urgente es la falta de medicamentos: la gente ni siquiera puede conseguir paracetamol o ibuprofeno, y mucho menos antibióticos.
¿Ha empeorado la situación desde las protestas pacíficas del año pasado?
Mucho. La dictadura comunista cubana tiene miedo de perder el poder. Se han aprobado nuevas leyes destinadas a perpetuar la ideología marxista. La inflación ha aumentado enormemente. Los cubanos estaban encantados cuando anunciaron que los salarios iban a aumentar, pero ahora los precios de los productos más básicos están por las nubes, la gente no puede comprar leche y no hay medicinas. En todo el país las casas se caen a pedazos, pero en La Habana se construyen nuevos hoteles. Si levantas la voz para decir la verdad se vuelven contra ti, te difaman. Las penas de prisión han aumentado.
¿Cuál es la principal necesidad que tienen los cubanos?
La necesidad de ser libres y de que se respete su dignidad. El daño humano y antropológico que está soportando el pueblo de Cuba ahora es enorme. ¿Por qué hay que considerarlo una basura, una alimaña, un enemigo, solo por pensar diferente al régimen comunista cubano? En el fondo de todo esto está el daño humano que han causado 60 años de ideología marxista en Cuba. El marxismo ataca a la familia, destruye la libertad y la dignidad humana. Esta es la peor miseria que vive el pueblo cubano en estos momentos.
¿Qué ha pasado con el pueblo que pidió la libertad el año pasado?
Es triste ver a tantos jóvenes en la cárcel. Las penas de prisión son ya muy elevadas, más de 10 años para algunos jóvenes, incluidos algunos menores, que solo tienen 17 años. Todo lo que dijeron fue “queremos libertad, queremos vida, queremos vivir, y no solo sobrevivir”. Ahora, si tan solo publicas una fotografía, o cualquier cosa contra el comunismo, en las redes sociales, vendrán a por ti. Cualquiera que hable de su vida cotidiana, desde las líneas de pan hasta lo que ocurre en la escuela de sus hijos, está siendo amenazado. Por eso mucha gente ha decidido irse, y la emigración ha aumentado mucho. La gente está cansada de que pueda ir a la cárcel si levanta la voz. Actualmente hay más de 900 personas en prisión, solo por protestar pacíficamente el año pasado. No atacaron a nadie, solo marcharon pacíficamente.
¿Qué hace la Iglesia en Cuba y hasta dónde puede llegar para aliviar este sufrimiento?
La palabra clave aquí es acompañar, acompañar al pueblo en su sufrimiento. Como hizo Moisés con el pueblo de Israel, cuando lo liberó de la esclavitud. Hay muchas personas, religiosos, sacerdotes, obispos y laicos que se comprometen a acompañar a los que sufren, a levantarles el ánimo, a darles esperanza en un momento tan triste. Una parte de esta ayuda es material, como el trabajo que realiza la misión de Cáritas Cuba, u organizaciones como Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), que tanto están ayudando. La Iglesia también está acompañando, escuchando, estando al lado de los que sufren y dándoles apoyo espiritual y material.
¿Podemos decir que Cristo es la verdadera esperanza que el pueblo cubano necesita en estos momentos?
Es cierto que Cristo es nuestra única esperanza, es “la esperanza que no falla”. Sin embargo, las cosas están mal, y esa esperanza ha ido disminuyendo, sobre todo entre los jóvenes, que se sienten agobiados y solo quieren irse del país. Pero Jesús tiene palabras de esperanza, y la Iglesia y su doctrina social pueden levantar la esperanza caída del pueblo cubano. La Iglesia es un refugio de esperanza, para conectar con el Señor y curar las heridas de la ideología marxista.
¿Qué podemos hacer desde el exterior para ayudar a la Iglesia en esta misión de esperanza?
Ser una voz para los que no tienen voz, para mostrar lo que pasa en Cuba. Porque después del 11 de julio del año pasado, Cuba salió del ciclo de noticias. La situación empeoró mucho, no solo por la guerra en Ucrania, sino también por años de mala gestión. La oración también es esencial. Obviamente, la ayuda material es crucial, a través de organizaciones como ACN. Si Dios quiere, ACN continuará con su apoyo, para que los cubanos no sientan que están solos.
—Josué Villalόn