Lviv: “El Santo Padre está presente en Ucrania. Está sufriendo con ustedes”
“AQUÍ HAY MUCHAS IDAS Y VENIDAS. MILES DE REFUGIADOS LLEGAN CADA DÍA”, informa el padre Wladyslaw Biszko al hablar con Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN). El sacerdote gestiona una casa de peregrinos y de retiros en Lviv, en las mismas instalaciones que el seminario católico romano. Desde el comienzo de la guerra, los edificios, que se construyeron en gran parte gracias a la ayuda de ACN, se han utilizado como campamento para refugiados de toda Ucrania. El 9 de marzo recibió la visita del enviado del Papa Francisco, el cardenal polaco Konrad Krajewski.
La casa está abierta a todos los que buscan refugio, explica el sacerdote. “No preguntamos por la religión. Sin embargo, la gente debe saber que está en un centro católico. Rezamos antes de las comidas y tenemos devociones todas las noches, que son bien recibidas”.
“Aquí viven siempre unas 120 personas”, informa el padre Biszko. “Simplemente esperan a ver si pueden volver a sus casas”. Se trata sobre todo de madres con sus hijos o de personas mayores que no quieren abandonar su tierra, al menos de momento. La gente duerme en todos los espacios disponibles, incluso en el suelo de las salas de conferencias.
Entre los refugiados no solo hay ucranianos. Los estudiantes internacionales visitantes, de la India por ejemplo, también buscan refugio. Antes de la guerra, Lviv, Kyiv, Odessa y Kharkhov eran populares entre los estudiantes internacionales.
Como enviado del Papa Francisco, el cardenal Krajewski está en Ucrania desde el 8 de marzo y busca reforzar la labor de ayuda de la Iglesia. “El Santo Padre está presente en Ucrania”, dijo durante su visita, “aunque esté en el Vaticano. Está sufriendo con vosotros. El Papa está experimentando el camino de la Cruz que ustedes en Ucrania están recorriendo”.
El cardenal, que como limosnero del Papa es el encargado de distribuir la caridad en su nombre, destacó el hecho de que tras el inicio de la guerra el Papa Francisco visitó al embajador ruso en la Santa Sede para pedir “compasión y paz.” Normalmente, es el Papa quien convoca a los embajadores. El Pontífice aboga por la paz “de todas las maneras imaginables”, dijo el cardenal Krajewski. “Al mismo tiempo, el Papa agradece a todos los que muestran su amor hacia Ucrania”.
En respuesta al estallido de la guerra en Ucrania, Ayuda a la Iglesia que Sufre está enviando un paquete de ayuda que actualmente asciende a $1,4 millones de dólares. El dinero se destina a los sacerdotes y religiosos que trabajan en todo el país en las parroquias, con los refugiados, en los orfanatos y en las residencias de ancianos. ACN también hace un llamamiento a la oración por la paz en Ucrania.
—Tobias Lehner