Burkina Faso: Los terroristas ejecutan una brutal masacre en tres días
A principios de octubre, los terroristas mataron al menos a 150 personas, entre ellas muchos cristianos, en el noreste de Burkina Faso, revelando su creciente brutalidad y determinación para sembrar el terror en un país donde los insurgentes controlan ya más de la mitad del territorio.
El domingo 6 de octubre tuvo lugar un nuevo atentado terrorista en la ciudad de Manni, en la región oriental de Burkina Faso. Varias fuentes locales informaron a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) de que el número de muertos superaba los 150. La ciudad alberga una gran comunidad católica, y muchos cristianos, así como musulmanes, murieron en la masacre.

Las fuentes dijeron a ACN que los terroristas cortaron las redes de telefonía móvil antes de atacar el mercado local, donde se había reunido mucha gente después de la misa. A continuación abrieron fuego indiscriminadamente, saquearon tiendas e incendiaron varios edificios, quemando vivas a algunas víctimas. Las mismas fuentes informaron de que, al día siguiente, los autores volvieron a atacar al personal médico y a matar a los numerosos heridos del hospital de la ciudad. Una nueva incursión tuvo lugar el martes 8 de octubre, cuando los terroristas volvieron a invadir la ciudad de Manni, matando a todos los hombres que encontraron.
Muchas de las víctimas eran residentes de pueblos cercanos que buscaron refugio en Manni tras ser expulsados de sus hogares por los terroristas. «La situación es más que horrible», dijo a ACN una fuente local. «Pero aunque los terroristas lo hayan quemado todo, ¡no han quemado nuestra fe!».
En un mensaje dirigido a sacerdotes, consagrados y laicos el 9 de octubre, el obispo Pierre Claver Malgo, de la diócesis de Fada N’Gourma, calificó el atentado de «bárbaro» y expresó su «sincera compasión por todas las familias en duelo», insistiendo en que «cualquier amenaza a la dignidad del hombre y a su vida debe tocar el corazón mismo de la Iglesia». El obispo también subrayó la importancia de no perder el ánimo y mantener viva la esperanza «en un mañana mejor.»
El atentado de Manni se produce en medio del deterioro de la seguridad en Burkina Faso, donde los grupos extremistas armados han intensificado sus ofensivas, dirigidas tanto contra las fuerzas de seguridad como contra la población civil. Durante varios años consecutivos, Burkina Faso ha sufrido el mayor nivel de violencia extremista de toda la región del Sahel. A finales de agosto, el país sufrió en Barsalogho el peor atentado terrorista de su historia. Desde entonces, las muertes estimadas se han elevado al menos a 400, según la información recopilada por la fundación. Y Burkina Faso cuenta ya con más de dos millones de desplazados.
Según fuentes de ACN, que han seguido de cerca la situación en Burkina Faso, los terroristas intentan dividir a la población, conocida por otra parte por su armonía entre musulmanes y cristianos. La Iglesia católica hace todo lo posible por mantener estas buenas relaciones.
En respuesta a la escalada de violencia, ACN ha aumentado su ayuda de emergencia a Burkina Faso en los últimos años. Ante el inmenso sufrimiento y las importantes necesidades de la población burkinesa, ignoradas en gran medida por la comunidad internacional, varias oficinas nacionales de ACN dedican su campaña de Navidad al país de África Occidental.
— Sina Hartert