Los católicos de Guinea-Bissau, preocupados por el vandalismo de una iglesia

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EN EL PRIMER INCIDENTE DE ESTE TIPO EN LA HISTORIA DEL PAÍS, se destruyeron varias imágenes en una iglesia que había sido reconstruida recientemente con la ayuda de Ayuda a la Iglesia que Sufre. Todavía se desconoce la identidad de los autores, pero ha habido preocupación por la creciente militancia islámica en la región.

La población católica de Guinea-Bissau, en África, se vio perturbada por el ataque y el vandalismo del 2 de julio contra la iglesia católica de Santa Isabel, en Gabú. Esta ciudad es la capital de la región del mismo nombre, y la mayor ciudad del este de Guinea-Bissau. La región está poblada mayoritariamente por miembros de las tribus fula y mandinga, y es musulmana en un 90%.

En declaraciones a Radio Sol Mansi, emisora católica local apoyada por Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el administrador de la diócesis de Bafatá, monseñor Lucio Brentegani, denunció los actos vandálicos y afirmó que “nada ni nadie puede separar a la comunidad cristiana” del resto del país.

Los cristianos son una minoría de poco menos del 13% en esta antigua colonia portuguesa de África Occidental. Los musulmanes son la mayoría, con cerca del 46% de la población, y los seguidores de las religiones tradicionales africanas representan alrededor del 40%. A pesar de este hecho, este es el primer incidente de vandalismo en una iglesia que se recuerda en el país.

Construida originalmente en 1946, la iglesia fue reabierta hace exactamente un año, en julio de 2021, después de que ACN ayudara a construir un nuevo tejado, arreglar la entrada y proporcionar nuevos sistemas de electricidad y ventilación. Antes de la restauración, el edificio se encontraba en muy mal estado y corría el riesgo de derrumbarse.

Los asaltantes de la iglesia destruyeron las imágenes religiosas de la Virgen y Santa Isabel, la patrona de la parroquia local. También destrozaron un crucifijo y una imagen de Nuestra Señora de Gebra.

El padre Lucio, sacerdote italiano, explica que esta última imagen es “muy querida por todos los católicos del este del país, y es un símbolo muy antiguo de la presencia católica en Guinea-Bissau”. La comunidad local está “profundamente entristecida” por el atentado, al igual que la Iglesia católica del país.

El administrador diocesano expresó su deseo de que se trate de un caso aislado que no afecte a las cálidas relaciones interreligiosas e interétnicas del país. “Puede haber algunos que no estén de acuerdo con nuestra fe, o con nuestra forma de vivir, pero debemos seguir celebrando nuestra fe, nuestra confianza en Dios y nuestra comunión con todos nuestros hermanos, independientemente de la raza o la religión. Queremos seguir viviendo juntos, de la mano, amándonos como nos enseñó Jesús.”

Iglesia de Santa Isabel de Gabú

El secretario regional de Gabú, Mussá Câmara, declaró que las autoridades se han comprometido a encontrar y llevar ante la justicia a los responsables de este acto vandálico. Pero el presidente de Guinea-Bissau, Umaro Sissoco Embaló, al ser preguntado por la prensa sobre el caso, le restó importancia. “¿Cuántas veces se han robado mezquitas aquí? Si han robado una iglesia, hay que dejar que la policía haga su trabajo. Si una iglesia ha sido objeto de vandalismo, ¿es tan importante? ¿Con qué frecuencia se roban relojes, ventiladores eléctricos o aires acondicionados en las mezquitas? Incluso en el Vaticano, o en La Meca, hay casos de robo, ¿es tan grave?”.

Aunque no se sabe quién ha sido el responsable, preocupa que pueda estar relacionado con el creciente extremismo en Guinea-Bissau, del que ya habían alertado el último Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo de ACN y el informe anual sobre libertad religiosa del Departamento de Estado de EE.UU.

El informe de ACN afirma que “la tensión está creciendo” en este país africano, y destaca el hecho de que “algunos grupos terroristas yihadistas se han involucrado recientemente en actividades ilegales”, como el contrabando de drogas.

La creciente presencia de grupos terroristas islámicos en esta parte de África ya había llevado a la Conferencia Episcopal Regional de África Occidental Francófona, que incluye a los obispos de Guinea-Bissau, a publicar un mensaje pastoral conjunto en mayo de 2019, en el que llaman la atención sobre la “inquietante ola de violencia” a la que se han enfrentado los cristianos locales en la región, y hacen un llamamiento a todos los líderes religiosos para que “se unan para denunciar cualquier instrumentalización de la religión.”

Aunque la probabilidad de que haya grupos terroristas activos en la región de Guinea-Bissau es muy alta, hasta ahora eso no se ha traducido en actos de violencia o intimidación contra la población no musulmana. “Queda por ver si la creciente presencia islamista radical cambiará eso”, dice el informe de la ACN.

—Paulo Aido & Maria Lozano