Un obispo conmocionado por el asesinato de dos sacerdotes en Nigeria

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EL ASESINATO DE DOS SACERDOTES CATÓLICOS EN NIGERIA, durante el fin de semana del 25 y 26 de junio, dejó a la comunidad cristiana local intranquila y conmocionada.
Padre Vitus Borogo

En una conversación telefónica con Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) el 28 de junio, el arzobispo de Kaduna, Matthew Man-Oso Ndagos, habló del miedo y el trauma, tras el asesinato de un sacerdote de su arquidiócesis, el padre Vitus Borogo, de 50 años.

“Todo el mundo está en vilo. Todos, el clero, los laicos, todos. La gente tiene miedo, y con razón. La gente está traumatizada, y con razón”.

“Con esta situación, nadie está seguro en ningún sitio. Si sales de tu casa, aunque sea de día, hasta que no vuelvas, no estás seguro”, añadió. Los delincuentes atacaron al padre Vitus mientras visitaba a su familia en una granja de la región de Prison Farm, no lejos de la ciudad de Kaduna. Los hombres armados le dispararon y mataron, y se llevaron a su hermano menor y a otro hombre en cautiverio, donde permanecen.

“Fue algo completamente inesperado. Son secuestradores, buscan dinero. No sabemos por qué lo mataron. Obviamente, querían secuestrarlos a todos, pero por alguna razón eligieron matarlo a él, solo Dios sabe por qué”, dijo el arzobispo Matthew, añadiendo que “fue realmente impactante para todos nosotros.”

Por ahora, la Iglesia no tiene más información sobre la identidad de los criminales, ni sobre sus exigencias, dijo el arzobispo Matthew. Nigeria se ha visto muy afectada por la violencia y el asalto de los delincuentes en los últimos años, y muchos sacerdotes han sido objetivo de los secuestradores. La arquidiócesis de Kaduna se ha visto especialmente afectada por la violencia y los conflictos.

Padre Christopher Odia

En una reciente conferencia en línea, organizada por ACN, monseñor Odia hizo un repaso de la situación. El arzobispo hizo un balance de las pérdidas: “En los últimos tres años, siete de mis sacerdotes han sido secuestrados, dos han sido asesinados y uno ha estado en cautividad durante tres años y dos meses. Cuatro fueron liberados. En cincuenta de mis parroquias, los sacerdotes no pueden permanecer en sus rectorías, porque son objetivos, son vistos como una fuente fácil de dinero para el rescate. No puedo ir a las visitas pastorales como suelo hacer, los sacerdotes no pueden ir a los pueblos a decir misas. La gente no puede ir a cultivar, por lo que no puede alimentarse. Con esta inseguridad la gente se queda sin los sacramentos”.

El padre Vitus es el tercer sacerdote asesinado en la arquidiócesis, situada en el norte del país.

Sin embargo, los secuestros también se han convertido en un problema para la Iglesia nigeriana en el sur. El mismo fin de semana que mataron al padre Vitus, otro sacerdote, el padre Christopher Odia, de 41 años, fue asesinado en la diócesis de Auchi. El sacerdote fue muerto durante un intento fallido de secuestro, cuando salía de su rectoría para celebrar la misa dominical en la iglesia católica de San Miguel, en Ikabigbo, según un comunicado de la diócesis enviado a ACN.

La Iglesia nigeriana ha sido muy crítica con el gobierno, al que culpa de la creciente inseguridad y de no hacer lo suficiente para proteger a los inocentes de los delincuentes.

—Felipe d’Avillez & Maria Lozano