Bangladesh: el reto financiero de construir iglesias

Compartir esta noticia:

SOLOMON HASDAK se sorprendió al ver a cientos de personas intentando entrar en la pequeña capilla del pueblo donde creció. En ese momento, el ex policía decidió aportar su contribución a la construcción de una nueva iglesia. Hasdak es una excepción en una nación donde la mayoría de los católicos son muy pobres. Ayuda a la Iglesia que Sufre ha participado en la construcción y reconstrucción de casi 60 pequeñas capillas e iglesias en Bangladesh en los últimos diez años.

Solomon Hasdak nació en Chiargaon, en el distrito de Dinajpur, al norte de Bangladesh, pero se marchó para seguir una exitosa carrera en la policía. Cuando regresó en 2010, para asistir a un funeral, se disgustó al ver que los fieles luchaban por encontrar espacio en la pequeña capilla de paredes de barro.

“Cientos de católicos de varios pueblos se reunieron y se agolparon para conseguir un lugar donde sentarse, y muchos se vieron obligados a quedarse fuera. La escena se me quedó grabada y decidí hacer algo al respecto”, recuerda Hasdak, de 70 años.

 

Comunidades vibrantes sin espacio para reunirse

En el pueblo hay unos 120 católicos, en su mayoría de las comunidades étnicas Santal y Oraon, y en el pueblo cercano hay otro centenar. Los católicos locales se reúnen en la capilla los domingos para rezar y, una o dos veces al mes, un sacerdote de la parroquia principal visita el pueblo para celebrar la misa. Durante las celebraciones más importantes, como la Semana Santa, la Navidad o los funerales, la mayoría de la gente solo podía encontrar sitio de pie fuera de la capilla.

Hasdak decidió donar unos terrenos ancestrales para ampliar la iglesia. También aportó más de $1.000 dólares para empezar. Sin embargo, la construcción tardó en llegar. La diócesis consiguió finalmente completar la renovación de la capilla, mientras que Hasdak donó casi $3.000 dólares más para accesorios eléctricos, incluyendo luces y ventiladores, y algunos artículos religiosos y litúrgicos, como dos estatuas, cálices y copones.

 

Después de diez años, el sueño se hace realidad

Fue un trabajo duro, pero diez años después del inicio del proyecto, en enero de 2022, Sebastián Tudú bendijo e inauguró la nueva iglesia, que lleva el nombre de Santa Teresa de Calcuta. Asistieron cientos de fieles. La antigua iglesia tenía capacidad para un máximo de 40 personas, pero ahora más de 200 pueden sentarse cómodamente en el nuevo edificio, con sus paredes de ladrillo y su techo de hojalata.

El obispo Tudu bendice la nueva capilla de Santa Teresa de Calcuta

“Es poco probable que vuelva a vivir en Chiargaon, pero me siento muy feliz de haber podido ayudar en la construcción de la iglesia, que se ha convertido en un símbolo de esperanza y fuerza espiritual para los aldeanos pobres”, afirma el ex policía.

Habitantes de la zona como Milon Mardy se sienten orgullosos de tener un nuevo espacio de culto, gracias a la generosidad de un hijo del pueblo. “La antigua iglesia era pequeña y estaba en mal estado. Los habitantes de la aldea son pobres, no tenían capacidad financiera para una renovación. Ahora estamos orgullosos de tener una hermosa iglesia gracias a la ayuda de Solomon Hasdak y de la diócesis”, afirma Mardy, de 27 años.

Los católicos de Bangladesh son una pequeña minoría en una nación mayoritariamente musulmana, y la mayoría son pobres y viven en zonas muy remotas. Viven como jornaleros o son campesinos con poca tierra; todos viven de los ingresos diarios. “La mayoría de los católicos no son acomodados, por lo que es raro que los laicos católicos financien la construcción de una iglesia. La generosidad de Solomon Hasdak es notable”, afirma el padre Samson Marandy, sacerdote de la diócesis.

Aunque es difícil encontrar otros laicos como Hasdak, que puedan ayudar tan generosamente, los católicos de Bangladesh desean mucho tener iglesias adecuadas para rezar. Por eso, Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) ha financiado la construcción o renovación de casi 60 iglesias y capillas en el país en los últimos diez años.

Entre esos proyectos, varios se encuentran en la diócesis de Dinajpur. En 2021, ACN apoyó la renovación tanto del templo como de la rectoría de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en Mariampur. Esta es la parroquia principal, a solo 14 millas de Chiargaon. ACN también ha apoyado la construcción de una nueva capilla en Noyanagar, cerca de la frontera con la India, ya que la antigua capilla se encontraba en un estado deplorable tras haberse inundado en 2017.

Otro ejemplo es la construcción de una nueva capilla en Sonka, a 100 kilómetros de Mariampur. En este pueblo, las familias católicas y los numerosos catecúmenos se reunían para rezar en una pequeña capilla construida en 1966. Está totalmente en ruinas y se cae a pedazos. El 21 de febrero de 2021, el obispo Sebastián Tudú inauguró el nuevo templo, construido gracias a la contribución de los benefactores de ACN.

—Rock Ronaldo Rozario