Los obispos de Kazajistán piden oraciones por la paz en el país

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EL ARZOBISPO TOMASZ PETA, que dirige la arquidiócesis de Most Holy en Astana (Kazajstán), habló en la televisión con motivo del día de luto nacional, el lunes 10 de enero. Pidió a sus conciudadanos que hicieran todo lo posible para resolver la situación actual del país de forma pacífica.

En su mensaje en ruso —enviado a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN)—, el arzobispo de la sede episcopal de la Iglesia católica que abarca el norte de Kazajstán, lamentó los trágicos incidentes de las últimas semanas, en los que cerca de 200 personas perdieron la vida en conflictos desencadenados inicialmente por las protestas por el aumento de los precios del combustible.

“Lloramos a las víctimas”, dijo, y pidió al clero de la arquidiócesis que celebre misas el jueves, 13 de enero, “para rezar por las víctimas y la paz en nuestro querido Kazajistán”. El propio arzobispo Peta celebrará la misa por esta intención en la catedral de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en la capital de Nur-Sultan, antes conocida como Astana.

“El domingo, después del rezo del Ángelus, el Papa Francisco habló sobre los incidentes en Kazajistán. Confió Kazajistán a la protección de Nuestra Señora Reina de la Paz de Oziornoje. Siguiendo el llamamiento del Papa, nosotros también queremos pedir la paz por la intercesión de la patrona de nuestro país, la Reina de la Paz”.

Fuentes consultadas por ACN informan de que la situación en Nur-Sultan es bastante tranquila actualmente, mientras que Almaty, en el sur del país, donde los altercados fueron más graves, sigue informando de dificultades de comunicación. Desde que comenzaron los incidentes, el país ha tenido problemas con Internet y las conexiones móviles.

Sin embargo, a pesar de estas dificultades, el obispo de Almaty y presidente de la Conferencia Episcopal de Kazajstán, José Luis Mumbiela, pudo sumarse al llamamiento a la oración en el día de luto nacional por las víctimas. “Aquí en Almaty os agradecemos a todos vuestras oraciones, compasión y preocupaciones”, dijo el prelado. “Queremos recordar en nuestras oraciones a los que más han sufrido durante la última semana. Durante esos días y noches, Almaty estuvo nublada debido a las condiciones meteorológicas, pero también hubo niebla dentro de muchas personas, dijo el obispo en su mensaje, hablado en ruso y enviado a ACN.

El arzobispo Peta

El prelado describió los acontecimientos actuales como una niebla, o bruma, que dificulta la comprensión de lo que está ocurriendo y de cómo puede haber sucedido, pero concluye que “la gente de Kazajstán, especialmente en Almaty, no se merecía algo así”, dijo.

Hablando de la situación actual en Almaty, monseñor Mumbiela explicó que “la gente está volviendo poco a poco a una vida normal”.

Recordando que las celebraciones navideñas han terminado y que el tiempo ordinario comienza en la liturgia, el obispo de Almaty subrayó que este es el momento en el que la gente corriente está llamada a actuar: “Tenemos que recordar que la paz está en nuestras manos y depende de nosotros. Benditos sean los pacificadores. No solo recemos por la paz, sino también hagamos la paz con los demás con la ayuda de Dios”, pidió, y añadió: “intentemos reconstruir el Kazajstán que todos soñamos juntos, con toda la gente de este país y de esta ciudad, un Kazajstán internacional e interreligioso, un Kazajstán de paz y armonía, un Kazajstán que Dios ama y bendice con el amor especial de Santa María, Reina de la Paz de esta nación”.

En su mensaje, el obispo también dio las gracias a quienes han servido con sacrificio, proporcionando seguridad al pueblo.

Por su parte, monseñor Adelio Dell’Oro, de Karaganda, en el centro-este del país, recordó especialmente a las víctimas de su diócesis “donde muchas personas han derramado su sangre” y subrayó que “toda vida humana es preciosa y la violencia no conducirá a una nueva sociedad, a un nuevo mundo”. Asimismo, el obispo explicó en su mensaje, también en ruso, que la verdadera paz es un don de Dios, posible cuando las personas experimentan la verdadera religiosidad “que nos da la comprensión de que todos somos hermanos y hermanas.”

“Entonces podemos respetar la vida de los demás y perdonar. Solo podemos perdonar con el poder de Dios. Por eso rezamos por todas las víctimas, esperando que todo se resuelva en paz, con justicia y por el bien de todos”.

—Maria Lozano