El periodismo es una herramienta vital para denunciar y combatir la persecución cristiana

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A FINES DE DICIEMBRE DE 2021, SE PRODUJO UNA COBERTURA INFORMATIVA SOBRECOGEDORA: un reportaje en profundidad en The New York Times expuso la creciente ola de violencia y acoso contra los cristianos en la India.

El artículo describe con gran detalle cómo los hindúes fundamentalistas tratan de extinguir la fe cristiana, que rechazan como una importación extranjera y una amenaza para la supremacía hindú. Una potente herramienta de opresión son las leyes anticonversión adoptadas por un número creciente de estados, que convierten en delito punible la conversión de alguien mediante amenazas, inducción o fraude. Se trata de leyes que se interpretan de forma imprecisa y que desencadenan fácilmente ataques de las turbas contra iglesias y capillas, sacerdotes, pastores y monjas, sobre todo en el norte de la India. El gobierno indio, aunque profesa un respeto por todas las confesiones, se muestra impasible.

Ayuda a la Iglesia que Sufre agradece a este periódico de tirada nacional, con sus lectores en todo el mundo, que haya sensibilizado a mucha más gente sobre esta grave crisis en una de las mayores democracias del mundo, cuya Constitución sí contempla la libertad religiosa. Este artículo del NY Times tiene el poder de informar y, con suerte, de incitar a la acción a un público masivo y mayoritario.

Año tras año, ACN, con su propio trabajo periodístico, hace crónicas de la experiencia de los cristianos sometidos a persecución y, con la ayuda de nuestros generosos donantes, ofrece asistencia pastoral y humanitaria.  La sorprendente realidad es que más de 340 millones de cristianos en más de 60 países de todo el mundo soportan dificultades a causa de su fe.

Destrucción en la diócesis de Berhampur

He aquí algunos ejemplos que destacamos en 2021:

En Pakistán, cada año, hasta 1.000 jóvenes cristianas son secuestradas, obligadas a casarse con sus captores musulmanes y forzadas a convertirse al Islam. El gobierno pakistaní responde muy lentamente a la situación, ya que muchos tribunales inferiores tienden a fallar a favor de los secuestradores, mientras que las turbas musulmanas enfurecidas amenazan a los jueces que quieren hacer lo correcto. La violencia de las turbas también se aviva cuando los cristianos son acusados en virtud de la ley de blasfemia del país. Se han producido varios informes horribles de linchamientos y otros tipos de justicia popular brutal.

En Mozambique, los terroristas islamistas están desarraigando comunidades enteras en el norte del país, destruyendo iglesias y matando a civiles, a menudo por decapitación. La Iglesia local tiene dificultades para acoger a los desplazados internos, cuyo número supera los 200.000. Los terroristas también obligan a los jóvenes a unirse a sus filas; los que se niegan corren el riesgo de ser asesinados en el acto.

En Nigeria, el grupo terrorista Boko Haram está lejos de ser derrotado. Sigue organizando ataques mortales contra la población civil en el noreste del país, y todavía lleva a cabo secuestros masivos de escolares, muchos de los cuales siguen sin conocerse. La rama de Boko Haram, la Provincia de África Occidental del Estado Islámico, continúa su propia campaña de terror. En el corazón agrícola del Cinturón Medio de Nigeria, las incesantes incursiones de los pastores Fulani, mayoritariamente musulmanes, han matado a miles de agricultores cristianos.

En la primavera de 2021, ACN publicó su Informe bienal sobre la Libertad Religiosa en el Mundo, que presentaba una investigación que documentaba el estado de la libertad religiosa en cada uno de los 196 países del mundo. En 62 de esas naciones se producen violaciones de la libertad religiosa, 23 de ellas solo en el continente africano.

El pasado otoño, ACN también publicó “Hear Her Cries”, un estudio en profundidad sobre una tendencia emergente en la persecución cristiana, el uso de la violencia sexual y la esclavitud como herramienta para oprimir a las niñas y mujeres cristianas, en países como Pakistán, Egipto, Mozambique, Nigeria, Siria e Irak.

En 2022, la persecución de los cristianos continúa. ACN es testigo de estas experiencias vividas por los numerosos fieles que no pueden practicar su culto libremente, que sufren la violencia, el encarcelamiento e incluso la muerte, todo ello a causa de su fe en Jesucristo y su lealtad a la Iglesia.

Gracias a la generosidad de los católicos interesados, ACN puede recopilar activamente datos sobre el terreno, y hacer que se escuchen más historias de fieles perseguidos, moviendo los corazones y las conciencias en todo el mundo. Ofrecemos asistencia concreta para ayudar a aliviar el sufrimiento de tantos cristianos en todo el mundo.

Gracias por preocuparse. Gracias por actuar. Todos nosotros, en Ayuda a la Iglesia que Sufre, les deseamos un maravilloso 2022.

—Joop Koopman