Sumidos en la crisis, los habitantes de Sri Lanka se centrarán en ayudar a los pobres esta Navidad
LOS OBISPOS DE SRI LANKA HAN PEDIDO A LOS FIELES QUE EVITEN CELEBRACIONES FASTUOSAS ESTA NAVIDAD, ya que el país se enfrenta a una lucha cuesta arriba después de que la mala gestión condujera al desastre económico.
Se ha pedido a los cristianos que eviten celebraciones “de lujo” y gastos excesivos estas Navidades, ya que la mayoría de sus compatriotas siguen sufriendo la grave crisis económica que ha azotado al país este año.
En un mensaje enviado a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el padre Jude Chrysantha Fernando, director de comunicaciones de la Arquidiócesis de Colombo, afirma que la petición procede de los obispos del país. “Nuestra Conferencia Episcopal y nuestro cardenal pidieron hace poco a todos nuestros católicos y no católicos que no celebraran la Navidad de manera fastuosa, gastando dinero en cosas innecesarias como adornos y fiestas navideñas de gala, sino que utilizaran ese dinero para ayudar a los pobres”.
Actos de generosidad como este han cobrado especial importancia en Sri Lanka debido a la grave crisis financiera causada sobre todo por la mala gestión política, que culminó con la huida del país del ex presidente Gotabaya Rajapaksa.
Tras las dificultades ya causadas por la pandemia y los consiguientes cierres, que provocaron desempleo a gran escala, las decisiones políticas lo empeoraron todo. “A principios de este año, nuestro ex presidente prohibió los fertilizantes químicos para promover los orgánicos. Los agricultores acostumbrados a los químicos no pudieron permitírselo y no pudieron cultivar sus arrozales. Tuvimos que importar arroz, y los precios subieron”.
La corrupción y la mala gestión provocaron escasez de divisas, lo que a su vez provocó cortes de electricidad y la duplicación de los precios del combustible y el transporte público. “Algunos días hubo cortes de electricidad de más de nueve horas, lo que afectó gravemente a las empresas, muchas de las cuales cerraron. El gobierno dejó de importar gas, y muchas personas que vivían en apartamentos se vieron muy afectadas, porque no pueden utilizar leña dentro de las casas. La escasez de combustible también significó que los barcos no pudieran salir a pescar”, y la industria turística se vio arrasada, con cientos de miles de personas que perdieron sus empleos.
A medida que la moneda local caía en picado y empezaban a escasear los alimentos, incluidos productos básicos como leche en polvo y medicamentos de emergencia, la gente se echó a la calle para protestar. “Muchos obispos, sacerdotes y monjas apoyaron activamente estas protestas. Nuestro cardenal también habló abiertamente en favor de estos jóvenes y acudió al lugar de las protestas. El 9 de mayo, fuerzas pro-gubernamentales empezaron a golpear brutalmente a los jóvenes. Al ver imágenes de esto en las redes sociales, la gente de los pueblos empezó a prender fuego a las casas de los líderes del gobierno”.
En julio, con la situación fuera de control, el presidente Rajapaksa huyó del país, siendo sustituido por Ranil Wickremesinghe. “Este Presidente, que es una persona educada y con experiencia, está haciendo todo lo posible por traer dólares al país. Ahora las cosas están mejorando, pero muy lentamente. El país tardará dos o tres años en volver a la normalidad”, afirma el padre Fernando.
Mientras tanto, la Iglesia también se ha visto profundamente afectada por la crisis. “Tenemos un sistema de contribuciones mensuales, pero durante la pandemia los sacerdotes no tomaron esta contribución de los feligreses, porque sabían que la gente estaba en grandes dificultades. Con la subida de los precios, los gastos se han duplicado, pero los ingresos son los mismos, por lo que nuestros sacerdotes tienen dificultades para mantener las parroquias. A pesar de todo, los sacerdotes hacen todo lo posible por apoyar a los pobres”.
Ayuda a la Iglesia que Sufre ha estado proporcionando ayuda de emergencia a la Iglesia de Sri Lanka. “Nuestra institución Cáritas también ayuda a las parroquias pobres con el dinero que aportan organismos de financiación extranjeros, como ACN, incluidos los estipendios para misas. Como arquidiócesis, estamos muy agradecidos con ACN por ayudar a nuestra gente y a nuestros sacerdotes”, dijo el Padre Fernando.
—Filipe d’Avillez