Una misa para honrar a la iglesia perseguida y que sufre en todo el mundo

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“CUANDO UN MIEMBRO DEL CUERPO DE CRISTO SUFRE, TODOS SUFRIMOS”, proclamó el cardenal de Nueva York Timothy Dolan en su homilía de la misa dedicada a la Iglesia perseguida en todo el mundo. En muchos lugares, continuó, hay un “detonante diabólico contra la religión”.

La Misa en la Catedral de San Patricio de Nueva York fue una iniciativa de Ayuda a la Iglesia que Sufre – Estados Unidos (ACN-USA), que estuvo representada por su personal, así como por el Presidente de la Junta Directiva, George Marlin, y un miembro de la Junta Directiva, Brad Miner. Concelebró el obispo auxiliar John Bonnici, miembro también de la junta directiva. A la misa asistieron también miembros de los Caballeros de Colón, incluido el Caballero Supremo Patrick Kelly.

El cardenal Dolan hizo un llamamiento a los fieles para que ayuden a los cristianos perseguidos y, al hacerlo, se inspiren en Santa Verónica, que consoló a Jesús en el camino al Gólgota, como también en San Simón de Cirene, que ayudo a Cristo a llevar su cruz. La tarea que tienen por delante los cristianos de Occidente, dijo el Cardenal, es “rezar, defender y socorrer”.

Esa misión adquirió gran urgencia cuando Rusia invadió Ucrania. ACNUSA —que apoya a la Iglesia greco-católica ucraniana desde hace más de 70 años— entró en acción con paquetes de ayuda de emergencia. Estos fueron enviados a varias diócesis de la Iglesia Católica Romana y de la Iglesia Católica Griega, donde los obispos, sacerdotes y hermanas permanecen al lado de la gente a su cargo, a pesar del peligro. La organización también ha lanzado una campaña mundial de oración por la paz en Ucrania.

El director de divulgación de ACN-USA, Edward, con el icono de Nuestra Señora del Refugio.

El enfoque implícito de la Misa por Ucrania se reflejó en la presencia de los invitados de ACN-USA, una madre y dos niños pequeños ucranianos que huyeron de ese país, y el arzobispo Borys Gudziak, el principal prelado greco-católico ucraniano en Estados Unidos. El arzobispo también concelebró, junto con el arzobispo William Lori de Baltimore. El cardenal Dolan pidió a los fieles que “no olviden el horror y las lágrimas de nuestra querida Ucrania”. Añadió el mensaje cuaresmal de que todo sufrimiento cobra sentido solo si ese sufrimiento está unido a la Cruz.

Para conmemorar la ocasión, ACN-USA encargó un icono de Nuestra Señora del Refugio, protectora de los cristianos perseguidos.

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