La alegría y la sorpresa ante la señal de vida en el caso de un misionero secuestrado en Níger

Compartir esta noticia:

“ES UNA GRAN NOTICIA, y estamos encantados y esperanzados de que todo salga bien”, dijo el Padre Walter Maccalli en una breve declaración grabada enviada a la oficina portuguesa de Ayuda a la Iglesia que Sufre, después de que apareciera un vídeo que mostraba que su hermano secuestrado, un misionero que había estado trabajando en Níger, sigue vivo. En septiembre de 2018, el padre Pier Luigi Maccalli fue secuestrado en su parroquia de Bomoanga.

Father Pierluigi Maccalli (l) y Nicola Ciacco

Esa fue la primera reacción de un miembro de la familia del padre Pier Luigi Maccalli. Su paradero sigue siendo desconocido y no hay ninguna noticia sobre su destino. Sin embargo, ahora se ha publicado un vídeo en el que se lo ve con aspecto cansado, junto a otro prisionero secuestrado, que ha sido identificado como Nicola Ciacco, de Italia.

Según la revista Aïr Info, que ha publicado una foto extraída del vídeo, las imágenes han sido “certificadas” y se cree que fueron grabadas el 24 de marzo de 2020.

El vídeo, de no más de 23 segundos de duración, parece haber sido grabado por los secuestradores del sacerdote como prueba de vida, y puede indicar la posibilidad de negociaciones para la liberación de este misionero, que tiene 59 años y ha pasado más de una década sirviendo a la Iglesia en África.

Para su hermano, el padre Walter Maccalli, que también es misionero en África y actualmente trabaja en Foya, Liberia, fue “una gran sorpresa” ver ese vídeo, ya que nunca había esperado recibir noticias de este tipo sobre su hermano. Después de todo, como dijo en su mensaje a la Ayuda a la Iglesia que Sufre, “ha pasado mucho tiempo sin saber nada”.

Asumiendo que esto podría ser una una prueba de que su hermano sigue vivo, con vistas a eventuales negociaciones, el padre Walter reconoce que “este es un primer paso”. “Continuemos rezando y esperemos que finalmente podamos reunirnos en persona y vivir verdaderamente esa alegría que hemos estado deseando durante tanto, tanto tiempo”, dijo el padre Walter.

—Paolo Aido