“No es posible imaginar Medio Oriente sin cristianos”

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“NO ES POSIBLE imaginar Medio Oriente sin cristianos. No sería Medio Oriente, sería otra cosa. Debemos hacer todo lo posible para que las comunidades de diferentes religiones puedan vivir juntas, respetarse mutuamente y construir entre ellas.” Estas fueron las palabras del arzobispo Alberto Ortega, nuncio papal para Irak y Jordania.

Christians in the Middle East are under siege, particularly in Iraq and Syria, where Aid to the Church in Need is a lifeline for embattled communities of faithful
Arzobispo Alberto Ortega

En Medio Oriente, explicó, los cristianos siempre han tenido la misión de ser “instrumentos de paz y reconciliación, de unidad y desarrollo”. Es una misión que requiere que seamos testigos silenciosos, ya que allí no podemos predicar abiertamente la presencia del Señor”.

Sin embargo, dijo: “Esta misión tan simple y discreta puede transformar la situación y tocar los corazones de la gente. Y se revela en las diversas actividades de la Iglesia: sus escuelas, dispensarios, hospitales; toda la actividad caritativa que se propone”.

El arzobispo Ortega acaba de participar en el Consistorio (29 de junio de 2018) para la creación de nuevos cardenales, entre los que se encontraba el patriarca caldeo Louis Sako I.

En su opinión, el hecho de que el Papa hiciera cardenal al patriarca es un gesto de “apoyo a los cristianos de Irak, de todo el Medio Oriente, de toda la región”, dijo el arzobispo, y añadió: “La noticia fue muy bien recibida, no solo por los cristianos, sino también por muchos musulmanes. Ha habido un gran número de expresiones de aprecio y apoyo al patriarca por parte de los musulmanes, empezando por el presidente de Irak, el primer ministro iraquí y el ministro de Asuntos Exteriores, y también por parte de la gente común y corriente que ve este nombramiento como un gesto de cercanía del Papa al país y también a los cristianos”.

Como cardenal patriarca, Sako tendrá ahora “una voz más fuerte y sostenida, con una autoridad moral aún mayor” en apoyo y defensa de los cristianos de este país, afirmó el nuncio papal.

Hablando de Irak, el nuncio confirmó que la situación en el país está “algo mejor” y que poco a poco los cristianos están volviendo a sus antiguos hogares en las Llanuras de Nínive, “gracias al apoyo de organizaciones como Ayuda a la Iglesia que Sufre y la ayuda de algunos Gobiernos”.

El arzobispo informó que “casi la mitad de los cristianos han regresado a sus hogares, y esto es una buena noticia. En Qaraqosh, la ciudad con la mayor población cristiana, más de 5.000 familias han regresado y, poco a poco, en algunas de las aldeas cristianas la vida está empezando a retomar su normalidad”.

Sin embargo, añadió que “queda mucho por hacer” y expresó su esperanza “de que la ayuda pueda seguir llegando, porque la gente solo puede volver si tiene casas y trabajo, por lo tanto es esencial continuar la ayuda internacional y el apoyo de la Iglesia, porque estas personas lo han perdido todo por el bien de su fe”.

El arzobispo dijo que los cristianos de Irak simplemente desean “ser reconocidos plenamente como ciudadanos, con los mismos derechos y deberes que el resto de la población, y ser apreciados por el trabajo que hacen en nombre de todos. Muy a menudo son los propios musulmanes, sus propios vecinos, los que les dicen que quieren que se queden y no se vayan, porque las cosas están mejor con ellos allí”.

Según el nuncio papal, los cristianos de Irak han dado dos importantes lecciones a toda la Iglesia Universal: “el valor de la fe y su unión con el Señor, por el cual lo han perdido todo sin pensarlo dos veces y han renunciado a sus casas y a sus trabajos”.

Además, añadió, persiste su “espectacular lección de perdón. Escuchar a estos cristianos perdonando y rezando por aquellos que los persiguieron es un testimonio de la acción del Señor. Humanamente hablando, es en extremo difícil perdonar a alguien que te ha expulsado de tu casa, que te ha hecho perder todo o que ha asesinado a uno de tus seres queridos”.

Desde 2011 hasta junio de 2018, Ayuda a la Iglesia que Sufre entregó casi 47 millones de dólares para proyectos pastorales y ayuda de emergencia en Irak, convirtiéndose en la organización de ayuda más involucrada en las Llanuras de Nínive.

—Raquel Martin