La Diócesis de Brooklyn presta apoyo a los cristianos de Medio Oriente

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EL 23º CLÁSICO DE GOLF Obispo Di Marzio 2018 recaudó 100.000 dólares para los cristianos de Medio Oriente. El receptor de los fondos fue Ayuda a la Iglesia que Sufre EE. UU., la caridad papal internacional. El evento, que lleva el nombre del obispo de Brooklyn, Nicholas Di Marzio, y ha sido producido por DeSales Media Group, la empresa diocesana de medios de comunicación, se celebró el 12 de julio de 2018 en el North Hills Country Club de Manhasset, Nueva York, donde participaron unos 120 golfistas.

Christians in the Middle East are under siege and Aid to the Church supports them in many ways, across the region, in particular in Syria and Iraq
De izquierda a derecha, monseñor Harrington, obispo DiMarzio, Sr. Marlin, Sr. Art Dignam, CEO de DeSales Media Group. Foto de ACN, por Kim Hill

Los homenajeados fueron George Marlin, presidente de Ayuda a la Iglesia que Sufre – EE. UU. y el padre melquita Antoine Rizk, pastor de la Iglesia de la Virgen María, en Brooklyn, NY.

En la ceremonia de entrega de premios, monseñor Kieran Harrington, presidente del grupo DeSales Media y vicario de comunicaciones de la Diócesis de Brooklyn, habló de la fundación de Ayuda a la Iglesia que Sufre en 1947 por el padre Werenfried van Straaten, de nacionalidad holandesa. Explicó cómo la organización desempeñó un papel fundamental en la ayuda a la Iglesia que se encontraba tras el Telón de Acero y cómo hoy en día se centra en Medio Oriente, en particular en Irak y Siria, donde los cristianos han sufrido los estragos de ISIS.

Al regresar de un viaje de 3 meses por Medio Oriente, Mons. Harrington destacó cómo en el norte de Irak y en el Líbano en particular “la labor de Ayuda a la Iglesia que Sufre fue tan notoria”. En Iraq, para ayudar al reasentamiento de los cristianos en las Llanuras de Nínive, y en el Líbano, para ayudar a los muchos miles de refugiados cristianos sirios. “Vi con mis propios ojos cuánto está haciendo la organización y lo que significa su apoyo a los fieles que sufren”.

Al aceptar el premio, el Sr. Marlin informó que Ayuda a la Iglesia que Sufre recaudó algo más de 145 millones de dólares en 2017 y que la organización financió más de 5.300 proyectos en 149 países el año pasado. Haciéndose eco del tema del día, el presidente de Ayuda a la Iglesia que Sufre explicó que una gran parte de la ayuda se ha destinado a Medio Oriente, como lo ha hecho desde el comienzo de la Primavera Árabe en 2011. “Los cristianos de Irak y Siria, en particular” —dijo el Sr. Marlin— han sido amenazados de extinción y necesitan toda la ayuda posible”.

Añadió que, desde mediados de 2014, cuando ISIS se extendió por Irak y Siria, Ayuda a la Iglesia que Sufre ha dado más apoyo a las comunidades cristianas locales que cualquier otra organización privada: un paquete de ayuda combinada que supera los 30 millones de dólares. Ayuda a la Iglesia que Sufre acaba de anunciar 3,5 millones de dólares en nuevos fondos para 40 proyectos de ayuda pastoral y de emergencia en beneficio de los cristianos en Siria.

Para concluir, el Sr. Marlin agradeció a la Diócesis de Brooklyn el apoyo y la dedicación de sus cristianos a Medio Oriente, y expresó su esperanza de que otras diócesis de los Estados Unidos siguieran su ejemplo.

El padre Rizk hizo un llamado a los cristianos de Occidente para que siempre tengan en cuenta que los cristianos de todo el mundo “son uno”, y para que “nunca olviden a nuestros hermanos y hermanas de Medio Oriente”. El sacerdote alabó a Ayuda a la Iglesia que Sufre como expresión e instrumento de esa solidaridad.