En Corea del Norte, a pesar del régimen hostil, la fe se aferra a la vida
EL PADRE Kang-Ju-Seok es director del Instituto Católico de Paz y Cooperación del Noreste de Asia, con sede en Paju, Corea del Sur. El objetivo del instituto es estudiar los métodos de construcción de la paz en el noreste de Asia y trabajar para la evangelización de Corea del Norte.
Como sabemos muy poco sobre Corea del Norte, ¿puede darnos una idea de la vida cotidiana en este país?
Corea del Norte a menudo es vista solo como un problema de seguridad, un país encabezado por un dictador irracional con misiles, y a menudo nos perdemos la historia de 24 millones de personas comunes y corrientes que viven sus vidas allí. Sin embargo, según los refugiados de Corea del Norte, la gente ya no es capaz de desenvolverse dentro de la economía socialista del Estado —por ejemplo, la falta de raciones de alimentos— y por eso ha empezado a contrabandear mercancías a través de la frontera con China. Muchos refugiados dicen que hay más información y más medios de comunicación extranjeros que se filtran al país y más norcoreanos tienen acceso a teléfonos móviles, reproductores de DVD y computadoras. Cada vez más, están viendo en secreto películas surcoreanas, telenovelas e incluso películas de Hollywood.
¿El país tiene unos 24 millones de habitantes, de los cuales la mitad vive por debajo del umbral de pobreza?
En los años 90, muchos murieron de hambre. No sabemos las cifras exactas, pero creemos que alrededor de 1 millón de personas murieron en ese tiempo, y hoy la mayoría de los norcoreanos sufren de extrema pobreza. Debido a que el régimen norcoreano ha estado violando las normas internacionales relativas a las armas nucleares, las sanciones de la ONU han estado en vigor durante mucho tiempo. Me preocupa la gente, especialmente los pobres y vulnerables, que sufren por esas sanciones.
Pocos entienden la estructura política de Corea del Norte, el culto a la personalidad de la familia Kim. ¿Puede explicarlo?
Muchos expertos dicen que el país es una especie de grupo religioso y que la gente adora a la familia Kim. No sabemos exactamente la razón por la que la gente hace esto, cómo funciona el sistema de la sociedad, pero una cosa que podemos asumir es que el miedo y el odio de la gente [hacia Corea del Sur] podría ser una razón. Durante la guerra de Corea, 2 o 3 millones de personas murieron en Corea del Norte, y el Gobierno todavía se aprovecha de este trauma de su pueblo.
Antes del reinado de la familia Kim, la capital norcoreana de Pyongyang, a principios de 1900, era una fuente de actividad cristiana tan grande que era conocida como la Jerusalén del Este. En su apogeo, 3 de cada 10 personas en Pyongyang eran cristianos practicantes y se construyeron más de 2.000 iglesias en la región. ¿Qué pasó para diezmar el cristianismo tan rápidamente?
Después de que el régimen norcoreano tomó el control, el Gobierno pensó que la religión era su enemigo más peligroso. Por lo tanto, comenzaron a perseguir a los grupos religiosos de varias maneras. Incluso antes de la guerra de Corea, muchos norcoreanos, en su mayoría cristianos, cruzaron la frontera en busca de libertad de religión. Además, antes y durante la guerra en la que fueron asesinadas millones de personas, los cristianos fueron perseguidos sin remordimiento.
Actualmente, hay 4 Iglesias sancionadas por el Estado en Pyongyang: dos son ortodoxas rusas, una es católica romana y otra es protestante. Existen como “prueba” de que Corea del Norte tolera la religión. ¿Son solo fachadas?
Es algo complicado. La Iglesia católica de Corea del Norte fundó la “Asociación de Miembros Católicos de Chosun”, junto con la Catedral de Changchung, en 1988. Con la Catedral de Changchung en Pyongyang y la Asociación así establecida, comenzaron a representar a los católicos de Corea del Norte, mientras que la Iglesia en Corea del Sur comenzó una serie de esfuerzos para el intercambio y el apoyo intercoreano.
En los últimos 20 años, los sacerdotes y católicos del Sur que han visitado Corea del Norte a través de diversos canales tuvieron la oportunidad de visitar la Catedral de Changchung y asistir a la misa junto con los fieles norcoreanos. Los intercambios humanitarios y la ayuda también se han llevado a cabo a través de la catedral. Sin embargo, la reacción hacia la Iglesia de Corea del Norte varía entre los sacerdotes y fieles de Corea del Sur. Algunos de ellos quedaron impresionados por la liturgia en la que participaron, mientras que otros han llegado a tener sospechas. Es comprensible que algunos se pregunten: “¿Son verdaderos creyentes los norcoreanos que van a misa en la Catedral de Changchung?”.
En mi opinión, la verdad es que hay algunos fieles genuinos entre los norcoreanos que van a misa en la Catedral de Changchung. Aunque los asistentes son movilizados por el régimen norcoreano, creo que algunos de ellos son verdaderos fieles católicos.
¿Tiene esperanza de que un día el cristianismo florezca de nuevo en Corea del Norte?
Sí. No pronto, pero muy lentamente, creo que el cristianismo volverá al Norte junto con la reforma y la apertura del país. El régimen norcoreano no bajará la guardia contra las religiones y las obras misioneras tan fácilmente. Sin embargo, creo que el Espíritu Santo estará con nosotros y tendremos que hacer esfuerzos continuos con mucha paciencia.
—Mark Riedemann