Los prelados libaneses están preocupados por la emigración de los cristianos
MIENTRAS LAS PROTESTAS ANTIGUBERNAMENTALES continúan en el Líbano, la crisis económica del país se agrava. Los bancos han impuesto restricciones a los retiros y transferencias, la moneda se ha devaluado y muchas personas están perdiendo sus empleos. La desesperación ha llevado, al menos, a 3 libaneses a suicidarse.
Un número creciente de cristianos está contemplando la posibilidad de emigrar, como ocurrió durante la guerra civil del Líbano (1975-1990), cuando miles de cristianos libaneses se fueron a Occidente. El patriarca maronita, cardenal Bechara Rai, el 6 de diciembre, dijo: “Algunas embajadas, que no nombraré ahora, están facilitando el tema de la emigración, como si se tratara de una segunda guerra para vaciar al Líbano de su gente y sus cristianos”. Ayuda a la Iglesia que Sufre habló de la situación en el Líbano con el arzobispo melquita Georges Bacouni, de Beirut. Este dijo:
“Estamos viviendo como en un terremoto. Nos enfrentamos a enormes problemas económicos, incluyendo un sistema bancario en quiebra. Desde que comenzaron las protestas, mucha más gente ha perdido sus trabajos, y ahora algunos reciben solo la mitad de su salario. Esto tiene un enorme impacto en las familias”.
“Las ONG de todo el mundo han estado cuidando de los refugiados sirios en el Líbano, y esto se agradece. Ahora, con la nueva situación, ¿considerarán ayudar al pueblo libanés también?”.
“Debido a la crisis económica, los cristianos se enfrentan a la cuestión de la emigración, de buscar una mejor forma de vida. Existe el riesgo de perder a la generación joven: no quieren quedarse en el Líbano. Hay demasiados interrogantes sobre el futuro del país”.
“La Iglesia en el Líbano va a enfrentar tiempos difíciles, ya que tiene que cuidar de más y más gente necesitada. Las instituciones eclesiásticas, escuelas, universidades y hospitales ya están experimentando serias dificultades. La gente no puede pagar la matrícula o las facturas médicas. No queremos tomar decisiones difíciles, como cerrar escuelas. Históricamente, las escuelas católicas en el Líbano han servido a los estudiantes musulmanes y drusos también. Como las universidades católicas, son lugares de coexistencia donde los jóvenes pueden experimentar la cultura de la convivencia”.
“Por primera vez, veo a libaneses de muchas confesiones, muchas religiones, unidos y tratando de dejar de lado el sectarismo. Es hermoso. Los líderes de la Iglesia han instado a los manifestantes a llevar a cabo todos sus movimientos de forma pacífica”.
“La Iglesia apoya a la gente que pide el fin de la corrupción, tener ministros competentes en sus dominios y que tomen medidas para detener toda forma de corrupción. Esperamos que pronto se forme un nuevo Gobierno”.
“A lo largo de esta prueba, Jesús está con nosotros y no nos dejará. Rezamos y esperamos ver pronto la luz al final de este oscuro túnel.”
—Doreen Abi Raad