Una monja es asesinada en la República Democrática del Congo

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LA HERMANA MARIE-SYLVIE KAVUKE VAKATSURAKI, de las Hermanitas de la Presentación de Nuestra Señora en el Templo, de Butembo, República Democrática del Congo, fue una de las víctimas mortales en un atentado que tuvo lugar el 19 de octubre. La responsabilidad del ataque ha sido reivindicada por las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo yihadista ugandés también conocido como Estado Islámico – Provincia de África Central (ISCAP).

Los terroristas saquearon una farmacia y un hospital, a los que luego prendieron fuego. La hermana y un paciente murieron quemados en el interior del edificio.

En declaraciones a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el padre Marcelo Oliveira, jefe de los Misioneros Combonianos en la RD del Congo, describió el “terror” de aquella noche. “Los rebeldes del ADF atacaron el pueblo, y más concretamente el hospital. Saquearon todo lo que encontraron, llevándose las medicinas, y al final incendiaron el edificio. Una monja, que también es médico y estaba de guardia nocturna, fue quemada viva, junto con un paciente”.

En cuanto se dio cuenta de que estaban siendo atacados, la hermana Marie-Sylvie llamó a la parroquia local para que los sacerdotes y religiosos pudieran huir. De lo contrario, la situación podría haber sido aún más trágica.

Una vez destruido el hospital, “los rebeldes siguieron su camino e incendiaron otro hospital cercano”. Todo esto ocurrió en la aldea de Maboya, que está a unas 12 millas de Butembo y a 19 millas de la ciudad de Beni”, dijo el padre Marcelo a ACN.

Hermana Marie-Sylvie Kavuke Vakatsuraki

Además de las dos víctimas, hay muchas personas que siguen sin aparecer y que probablemente fueron llevadas por los yihadistas para transportar los bienes saqueados. “Desaparecieron varias personas, posiblemente llevadas para transportar los medicamentos y todo lo demás que saquearon de los hospitales, un par de farmacias y algunas tiendas”, dijo el sacerdote portugués.

El obispo Melchizedec Sikuli Paluku, en un comunicado enviado a ACN, expresa la profunda consternación con la que la diócesis local de Butembo-Beni ha recibido la triste noticia de este nuevo ataque, que condena firmemente, “lamentando la pérdida de vidas humanas”, concretamente la de la hermana Marie-Sylvie. “No hay palabras, es tal el horror que supera todos los límites tolerables”, escribió el obispo.

El padre Marcelo Oliveira dijo que la República Democrática del Congo vive una verdadera guerra que el mundo pretende ignorar, y que está provocando un ambiente de terror entre la población.

“El terror continúa. La gente tiene miedo, todo el mundo trata de escapar. Se trata de una guerra oculta, silenciosa -o silenciada- para que nadie haga nada, y la población siga sufriendo”, denuncia el misionero comboniano.

La violencia extrema está causada por la gran riqueza que hay en el suelo de este país africano, que ha sido literalmente saqueada durante años. “El terror que tuvo lugar en esta aldea es el mismo que ocurre en tantas aldeas vecinas, pero que no es recogido por las noticias. Hay muchos intereses en juego, dadas las riquezas de esta parte del país”.

El tema de la inseguridad en el país ya había sido descrito por el sacerdote comboniano en el momento en que el Papa Francisco debía visitar el país en julio de este año.

“El tema de la falta de seguridad es grave, también en las ciudades, pero sobre todo en el este del país, con muchos ataques armados, muchos conflictos tribales, y todo esto por los intereses en los minerales”, dijo entonces el misionero, refiriéndose a riquezas como el oro, los diamantes, el cobalto y el coltán, que es un componente clave en las industrias de la informática, la computación y los teléfonos inteligentes. La visita del Papa fue aplazada por motivos de salud.

—Paulo Aido