Irak: “Somos una Iglesia martirizada y sufriente”

A RAÍZ DE LOS ATAQUES con misiles de Irán a las bases militares que albergan a soldados estadounidenses en Irak y en medio de la tensión actual entre Irán y los Estados Unidos, el 9 de enero de 2020 Ayuda a la Iglesia que Sufre habló con el arzobispo caldeo Bashar Warda, de Erbil, Kurdistán, en Irak.

Considerando la inestabilidad en la región debido a las tensiones actuales, ¿teme otro éxodo de cristianos de Irak?

Desde los albores de ISIS, ha habido 3 cosas clave en la mente de los cristianos: seguridad, empleos y derechos ciudadanos. En la mayoría de las aldeas [en las Llanuras de Nínive, al norte de Irak], el desempleo es de más del 70%. No hay inversión privada, ya que no hay confianza en la región debido a la guerra continua y la corrupción. Los empleos en el Estado no significan que sean pagos. Por ejemplo, un trabajo como la enseñanza solo se paga a los profesores mayores. Los jóvenes graduados trabajan por nada y pueden recibir tan solo 850 dólares al año.

La gente solía casarse a una edad temprana, pero ya no se casan porque no pueden permitírselo. Los padres quieren tener el derecho a tener la dignidad de una familia, para poder alojar, alimentar, vestir y educar a sus hijos. ¿Cómo pueden hacer esto cuando no hay programas de subsistencia? El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, apeló a las ONG en su discurso de la ONU, en septiembre, para que den más ayuda.

Usted dijo, hace unos días, que el pueblo iraquí ha estado sufriendo guerras por el poder durante décadas. En este difícil momento, ¿qué le dice a sus fieles que valientemente se quedaron en Irak después de la invasión de ISIS?

Este ha sido su hogar ancestral durante miles de años. No solo somos gente de esperanza, sino que somos gente de misión. Nuestra trágica historia es la de una Iglesia martirizada.

Somos una Iglesia sufriente. Honramos a los mártires y su sacrificio. Jesús nunca nos pidió o quiso que atravesáramos los tiempos difíciles solos. El cristianismo es una fe en la que Cristo puede lograr mucho a través de nosotros. El Espíritu Santo siempre está ahí para guiarnos.

Cuando un pueblo no tiene nada que perder, en cierto sentido, es muy liberador, y de esta posición de claridad viene un nuevo coraje. En todo, siempre hay una bendición. Dios es victorioso cuando el bien sale del mal. 

¿Cuál es el papel de la Iglesia en Medio Oriente?

Definitivamente, es un papel misionero: dar testimonio diario de las enseñanzas de Cristo, mostrar la verdad de Cristo y proporcionar un ejemplo vivo a nuestros vecinos musulmanes de un camino hacia un mundo de perdón, de humildad, de amor, de paz.

Dios y la familia son la prioridad en nuestra vida diaria aquí. Son fieles a su amor, en medio del peligro de los enemigos externos y de los desafíos internos de los tiempos modernos que amenazan con debilitar la fe tradicional.

Los cristianos de Medio Oriente se identifican a menudo con Occidente y los EE. UU. ¿Teme alguna represalia contra la comunidad cristiana local después del asesinato del principal líder militar de Irán, Qasem Soleimani, el 3 de enero?

La gente siempre busca una excusa cuando hace algo malo. Por lo tanto, como minoría sin derechos, somos una excusa fácil de culpar. Desde que el mal de ISIS llegó a nosotros en 2014, ni un solo dólar, euro o penique de los Gobiernos internacionales ha llegado directamente a los cristianos en Irak, con la notable excepción de Hungría y, recientemente, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Miles de millones de dólares/euros/peniques de Gobiernos internacionales han sido gastados en Irak desde y antes de ISIS. Estamos felices por eso ya que el país necesita ser reconstruido.

¿Cree que es todavía posible un viaje del Santo Padre a Irak ?

Ciertamente, sucederá. En cuanto a la fecha, lo dejo en manos de la oración, la voluntad del Espíritu Santo y la sagacidad de las personas encargadas de hacerlo. Confiamos en Jesús.