Un programa intensivo de ayuda para una arquidiócesis de Bangladesh
La Arquidiócesis de Dhaka, en Bangladesh, atiende a una población de apenas 85.000 católicos. Como en todo el país, los católicos solo constituyen una ínfima minoría, menos del uno por ciento. Más del 90% de la población del país es musulmana, y la mayoría de los cristianos pertenecen a minorías étnicas, ya de por sí marginadas de la sociedad.
Los fieles acuden a la Iglesia en todas sus necesidades. Uno de los problemas es que la población de muchas regiones tiene muy poca educación formal. La Iglesia, a pesar de su número relativamente pequeño, es sin embargo una fuerza importante, no solo en el campo de la educación sino también en el de la sanidad. La necesidad de estar cerca de la gente, y de apoyar a los jóvenes en particular, es cada vez mayor. Hay que dotarles de una fe profunda y de una sólida base moral. El impacto de la globalización y la creciente influencia de los medios de comunicación están planteando nuevos y numerosos desafíos, provocando un deterioro de los valores morales y un creciente sentido del individualismo y el materialismo. Al mismo tiempo, el agravamiento de la crisis económica empuja a la población rural, sobre todo a los jóvenes, a trasladarse a las ciudades con la esperanza de encontrar mejores perspectivas. Existe el peligro de que pierdan el norte, una vez desarraigados de las estructuras tradicionales de sus pueblos y aldeas de origen.
Por ello, la Arquidiócesis de Dhaka ha introducido un programa educativo intensivo de tres años, que pretende fortalecer a los fieles a muchos niveles. En primer lugar, pretende fortalecer su fe personal a través de una catequesis más profunda (por ejemplo, mediante una mejor comprensión de las Sagradas Escrituras). Se ayuda a los niños y a los jóvenes a afianzarse en su fe. Se fomenta mucho la oración en familia, y se ofrece a los matrimonios y a las familias un apoyo y un asesoramiento más intensivos. Y la Iglesia está aumentando su labor pastoral y caritativa con los enfermos y los ancianos, así como con los inmigrantes, los adictos, los presos y otras personas que necesitan ayuda, pero que a menudo se encuentran al margen de la sociedad. También se ofrecen cursos, talleres y otros encuentros, además de retiros y jornadas de reflexión. La Iglesia también aborda temas como el uso fructífero y significativo de los medios de comunicación modernos.
Tenemos la intención de apoyar este valioso programa de divulgación durante un año más y proponemos una subvención de 12.000 dólares.