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Formación continua de catequistas en una parroquia del Perú

El Vicariato Apostólico de Iquitos se encuentra en lo profundo de la selva de la región amazónica peruana. Incluso llegar a la capital implica tener que viajar en avión o en barco. Lo que podría atraer a un aventurero de vacaciones, representa un gran desafío para los trabajadores pastorales de la Iglesia católica. Las parroquias están generalmente compuestas por numerosos pequeños asentamientos a orillas del río, todos ellos accesibles solo por barco. La posibilidad de visitar estos diversos asentamientos depende mucho del nivel del río y de la estación del año. En verano, cuando hay muy poca lluvia y el nivel del agua es bajo, a muchos de los asentamientos simplemente no es posible acceder.

Por consiguiente, los catequistas locales desempeñan un papel muy importante en la Iglesia, ya que pueden rezar junto con la gente de los pueblos e instruirlos en su fe. De este modo, generalmente pueden sostener la vida de la Iglesia durante largos períodos del año, dado que los sacerdotes simplemente no pueden llegar a cada aldea individual tan a menudo como sería necesario para proporcionar la atención pastoral correspondiente.

Actualmente, en la Parroquia de Santa Clara de Nanay, se ha podido mejorar la formación de estos catequistas, gracias a la generosidad de nuestros benefactores. Todos los meses en la parroquia hay una reunión de todos los catequistas, en la que se ofrecen talleres y diferentes clases de formación continua. Al mismo tiempo, los propios catequistas pueden intercambiar ideas, basadas en sus propias experiencias personales. Gracias a nuestros benefactores, Ayuda a la Iglesia que Sufre pudo contribuir con 6.700 dólares para la creación de este programa.

El padre Jacek Zygala nos ha escrito para darnos las gracias: “Sembramos, y es Dios quien da la cosecha. Pero estamos felices y satisfechos de haber podido hacer realidad este proyecto. Sin el apoyo financiero que hemos recibido de ustedes, nuestro trabajo misionero y de evangelización sería imposible. Envío un sincero agradecimiento a todos los que han ayudado”.

Ayuda a la Iglesia que Sufre se compromete a invertir los fondos donde tengan el mayor impacto para la Iglesia a la que servimos. Las donaciones a los proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre se utilizarán en los programas que más lo necesiten para ayudar a mantener viva la fe.

Code: 234-07-79

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