Una Conferencia conjunta católico-ortodoxa sobre la adicción en Rusia
Cada año, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, unas 200.000 personas mueren por la adicción a las drogas, y alrededor de 3 millones por la adicción al alcohol. ¡Eso es casi el equivalente a la población de una gran ciudad como Chicago! Y un inmenso número de personas se ven sumidas por la adicción en una viciosa espiral de miseria de la que no pueden salir, arrastrando a menudo a sus familias y seres queridos a la desesperación también.
La Iglesia Católica y otros grupos cristianos están a la vanguardia de los esfuerzos para responder a esta crisis mundial. En Rusia, la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa Rusa están trabajando estrechamente para combatir este desafío y atender y apoyar a estos adictos y sus familias.
En octubre de este año (2018), por segunda vez, y una vez más con el apoyo financiero de la Ayuda a la Iglesia que Sufre, se celebró en San Petersburgo una conferencia ecuménica sobre los problemas de la adicción. Entre los participantes se encontraban representantes de Rusia, Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Polonia, Bielorrusia, Rumania y otros países también.
También estuvo presente en la conferencia Peter Humeniuk, que dirige la oficina de Rusia de la organización benéfica pastoral católica internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre. Él informa: “La conferencia fue un importante foro en el que los representantes de nuestras dos Iglesias pudieron no sólo discutir los aspectos teóricos del problema sino también intercambiar sus experiencias prácticas. Esperamos que el espíritu de intercambio ecuménico y la estrecha colaboración entre nosotros ayude a las víctimas de la adicción y a sus familias a encontrar su camino fuera de la oscuridad en la que esta adicción les ha sumido”.
Uno de los principales objetivos de la conferencia ha sido establecer un programa para los seminarios de ambas religiones, de modo que los seminaristas puedan estar mejor preparados para tratar los problemas de la adicción en su futura labor pastoral. También se pretende ayudar a los sacerdotes de ambas Iglesias a ser conscientes de las necesidades y problemas pastorales particulares de los adictos. Como la experiencia ha demostrado, los que sufren de adicción suelen tener una profunda necesidad de una relación más estrecha con Dios.
Entre los participantes también se encontraba el Padre ortodoxo ruso Sergej Belkov, que desde hace 20 años dirige con gran éxito un centro para adictos en la zona de San Petersburgo. Muchos de estos adictos han encontrado curación y nueva vida en la cálida atmósfera familiar de este centro, con su enfoque en la atención individual y una vida ordenada y regular marcada por la oración, la espiritualidad y el trabajo duro. También es un proyecto que ha sido apoyado por Ayuda a la Iglesia que Sufre desde que comenzó.
La conferencia de San Petersburgo marca un nuevo logro del grupo de trabajo católico-ortodoxo patrocinado por Ayuda a la Iglesia que Sufre. Esta iniciativa se estableció tras el histórico encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Ortodoxo Kirill de Moscú en febrero de 2016 en la capital cubana, La Habana. El grupo de trabajo ya ha celebrado una serie de reuniones sobre cuestiones como la protección de la vida de los nonatos y la lucha contra la adicción a las drogas y el alcohol. Otro objetivo de estas iniciativas es ayudar a los cristianos católicos y ortodoxos a unir sus fuerzas y trabajar juntos para hacer frente a algunos de los problemas y retos más acuciantes de la era moderna, intercambiando experiencias y estrechando así su colaboración.
Gracias al generoso apoyo de nuestros benefactores pudimos dar 16.500 dólares para los gastos de esta importante conferencia.
Ayuda a la Iglesia que Sufre se compromete a invertir sus fondos donde tengan el mayor impacto para la Iglesia a la que servimos. Los fondos donados a los proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre se utilizarán en los programas de mayor necesidad para ayudar a mantener viva la Fe.
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