30 Bicicletas para catequistas en la India
La Diócesis de Rayagada, en la India, se hizo famosa hace 10 años por los violentos ataques contra los cristianos de ese país. También es el 4° Estado federal más pobre de la India.
Dentro del territorio de esta diócesis, que está situada en el sur del Estado de Odisha (antiguamente también conocido como Orrisa), hay solo 50.000 católicos entre una población total de aproximadamente 5,5 millones de personas. La mayoría de estos católicos provienen de los estratos más pobres y socialmente excluidos de la sociedad, y muchos viven una mera existencia de subsistencia, recogiendo frutos y leña de los bosques. La mayoría son analfabetos y, si se ven obligados a pedir prestado y a endeudarse, se enfrentan a unos tipos de interés exorbitantes por parte de los prestamistas, con el resultado de que sus familias caen en una forma de esclavitud por deudas. 
La Diócesis de Rayagada cubre una vasta área de más de 15.000 millas cuadradas, y muchas de las aldeas se encuentran en rincones remotos de los bosques o valles. Solo hay 24 parroquias, también de gran extensión, por lo que las distancias a cubrir son considerables.
No es sorprendente, por lo tanto, que los 30 catequistas allí jueguen un papel importante. Visitan a los fieles en los pueblos y son frecuentemente, por así decirlo, la “cara visible de la Iglesia” en lugares donde los sacerdotes raramente logran llegar. Pero, incluso para los catequistas, muchos de los pueblos son todavía muy difíciles de alcanzar. Hasta hace poco, tenían que hacer estos largos y difíciles viajes a pie.
Recientemente, gracias a la generosidad de nuestros benefactores, Ayuda a la Iglesia que Sufre ha podido ayudar a Mons. Alphinar Senapati con la entrega de una bicicleta para cada uno de sus catequistas. Ahora, son capaces de llegar a los fieles mucho más rápido y fácilmente.
Enviamos nuestro más sincero agradecimiento a todos los que nos ayudaron a conseguir los 1.900 dólares para este propósito
Ayuda a la Iglesia que Sufre se compromete a invertir los fondos donde tengan el mayor impacto para la Iglesia a la que servimos. Las donaciones a los proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre se utilizarán en los programas que más lo necesiten para ayudar a mantener viva la fe.
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