ESTIPENDIOS DE MISA PARA DIECISÉIS SACERDOTES DE LAS ISLAS SALOMÓN
Las Islas Salomón son un grupo de más de 900 islas en el Pacífico Sur, a unas 450 millas al este de Nueva Guinea y 1.300 millas al noreste de Australia. La diócesis católica de Gizo tiene su sede en la ciudad de Gizo, capital de la isla de Ghizo y de la Provincia Occidental de las Islas Salomón. El territorio de la diócesis incluye también más de 40 islas menores, en un radio de unas 190 millas.
En la actualidad, la mayoría de los habitantes de las Islas Salomón son cristianos, aunque la mayoría pertenecen a diversas denominaciones protestantes. Los católicos representan aproximadamente el 20% de la población.
El obispo Luciano Capelli se alegra de que, en la actualidad, la mayoría de los dieciséis sacerdotes de su diócesis sean nativos de las islas. El número de vocaciones locales va en aumento, y este año, en el que la diócesis celebraba las bodas de oro de su fundación, otros dos jóvenes isleños fueron ordenados sacerdotes. Fue una ocasión de gran alegría.
Atender a unos 11.000 católicos, dispersos en una vasta zona y en muchas islas diferentes, es un reto tremendo. Para llegar a los fieles de las distintas islas, los sacerdotes tienen que viajar durante muchas horas en barco, y luego, en muchos casos, hacer también largos y difíciles recorridos a pie por el monte.
Se necesitan más sacerdotes, pero la diócesis es pobre y el obispo ya tiene dificultades para mantener a los sacerdotes que tiene actualmente. A esto hay que añadir la responsabilidad financiera de la formación de las nuevas vocaciones, por no hablar de la hercúlea y aún inacabada tarea de reparar y reconstruir las iglesias y otras propiedades de la Iglesia que fueron destruidas por el terremoto y el tsunami de 2017.
El obispo y sus sacerdotes se mostraron inmensamente agradecidos por los estipendios de misa donados por nuestros benefactores —por un total de 16.000 dólares— que pudimos remitir a la diócesis, y que el obispo Capelli pudo repartir entre sus sacerdotes. Tal y como establece el derecho canónico, los sacerdotes celebraron estas misas por las intenciones de los donantes. En varios de estos países más pobres, donde los sacerdotes no reciben una remuneración económica regular, estas donaciones representan una contribución importante e incluso vital, no sólo para su propio apoyo personal, sino también para el apoyo de sus comunidades parroquiales.
“Gracias por su ayuda y por acordarse una vez más de la diócesis de Gizo”, escribe el obispo Capelli. ¡Y un sincero agradecimiento de nuestra parte también a todos los que han hecho estas ofrendas!
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