Jóvenes de Alepo, Siria, llevan ayuda a los residentes más necesitados de la ciudad

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Por Josué Villalón
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UNOS 100 jóvenes se han reunido en un pequeño edificio frente a la iglesia ortodoxa griega de San Elías, en el norte de Alepo. Todos llevan camisetas de color rojo oscuro con la imagen de Cristo Pantocrátor y el logo del Movimiento Juvenil Ortodoxo. La mayoría de estos jóvenes son estudiantes universitarios que trabajan como voluntarios para una organización benéfica que ayuda a 2.200 familias cristianas de Alepo que se han visto sumidas en la pobreza como resultado de la guerra civil del país.

Miembros del Movimiento Juvenil Ortodoxo, foto de ACN

“También estamos ayudando a 1.700 familias musulmanas, proporcionándoles ropa, alimentos, medicinas y refugio para los que han perdido sus hogares en los bombardeos”, dice Elías Faraj, un ingeniero civil jubilado que está coordinando el programa de ayuda. Después de 5 años de guerra y a pesar de que las bombas finalmente dejaron de caer en diciembre pasado, Alepo sigue sin electricidad la mayor parte del tiempo y el suministro de agua sigue siendo muy limitado. “Nuestro futuro es todavía incierto, y  me temo que la crisis continuará durante mucho tiempo”, dice Elías.

En esta ocasión en particular, el grupo recibe la visita del padre Andrzej Halemba, un sacerdote católico y jefe de nuestra sección de proyectos en Medio Oriente, que le dice a los jóvenes: “Ustedes son la esperanza de Siria, son la luz en medio de tanta oscuridad”. Sus palabras provocan una emoción profunda que brilla en los ojos de estos jóvenes.

Ayuda a la Iglesia que Sufre” nos ayudó en 2015 con la financiación de un proyecto de suministro de material médico. Actualmente, la organización apoya a 700 familias cada mes, con un total de 35.000 dólares”, informa Elías, y añade: “Estamos muy agradecidos por la ayuda y la visita del padre Andrzej, porque nos da esperanza y valor para seguir trabajando aquí”.

Estos jóvenes también han sufrido las consecuencias de la guerra. Sin embargo, continúan ayudando a los más necesitados. El propio Elías fue secuestrado poco después de que comenzaran los disturbios en Siria, en 2011. Después de 3 días fue liberado, luego de que su familia pagara un rescate. A su vez, una de sus hermanas recibió un disparo en una pierna mientras caminaba por la calle y estuvo a punto de perderla. “Pero los he perdonado. Hay algunos que piensan que soy estúpido por haberlo hecho, pero los perdono. Esta es la verdadera libertad que Dios nos da”, dice Elías.

Joseph Abdo, estudiante de Medicina de 3° año en la Universidad de Alepo, nos dice que formar parte del Movimiento Juvenil Ortodoxo y su programa de ayuda “ha sido una buena experiencia, porque me está enseñando a dar a los demás lo que yo mismo he recibido”. Hablando sobre el futuro de su país, dice, “Anhelo la paz, en primer lugar. Nuestra generación es la que va a tener que reconstruir el país. Creo que es nuestro objetivo trabajar juntos para recuperar nuestra comunidad”.

A su lado está una joven, Gadan Naflek, otra de las voluntarias. Ella dice: “Estoy ayudando con la escolarización de niños pequeños de 3 y 4 años. Me hace muy feliz poder ayudar a otras personas, y estoy aprendiendo a amar y a dar a los demás”.

Estos jóvenes no se olvidan de darnos las gracias por la ayuda que podemos ofrecer gracias a nuestros donantes.

Hemos apoyado el Movimiento Juvenil Ortodoxo desde 2015; y recientemente nos comprometimos a financiar 3 de sus proyectos, por un total cercano a los 100.000 dólares. Esto incluye la provisión de suministros médicos esenciales para 2.200 familias cristianas así como el pago del gas, la electricidad y el pan en nombre de 700 de las familias más necesitadas de Alepo, durante el resto de este año.

AYUDA A LOS CRISTIANOS EN MEDIO ORIENTE