Liberado de los captores musulmanes, el sacerdote filipino sigue creyendo en el diálogo interreligioso
Por Josemaría Claro
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El padre Teresito “Chito” Soganub apareció sonriente el 19 de septiembre de 2017 en una rueda de prensa de las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP). Se le permitió hacer una breve declaración y se le pidió que rezara por una rápida recuperación de la traumática experiencia de haber sido mantenido como rehén durante 117 días por un grupo extremista musulmán.
El sacerdote fue rescatado la noche del 16 de septiembre de 2017, cuando los militares trataron de despejar la mezquita islámica de Bato, en la ciudad de Marawi, una de las tres mezquitas que han servido de bastiones para los terroristas islamistas. La mezquita fue recuperada con éxito por los soldados.
En una entrevista en vídeo realizada por un funcionario del Gobierno local y publicada en un sitio web, el padre Soganub destacó la importancia de la misión de la Prelatura de Marawi para hacer participar a la comunidad musulmana mayoritaria en el diálogo interreligioso.
“A los musulmanes de Marawi y Lanao del Sur, les digo que sigo creyendo que todavía podemos estar unidos como musulmanes y cristianos. No somos enemigos, creemos en un solo Dios”, dijo Soganub.
El sacerdote también le agradeció a la AFP por su rescate.
El obispo Elenito Galido, de Iligan, una diócesis a 25 millas de la ciudad de Marawi, también les agradeció a los soldados que rescataron al sacerdote. Dijo: “Esta es una muy buena noticia. Agradezco a los soldados que rescataron al padre ‘Chito’ y al profesor del Colegio Dansalan. Estamos muy contentos; esta es una oración contestada porque hemos estado rezando por él todos los días. Ahora, son libres. Gracias a Dios”.
Los militares informaron que el padre Soganub no sufrió ningún abuso físico, pero hubo momentos durante los combates en los que se vio obligado a llevar armas de fuego y a hacerse pasar por uno de los terroristas.
El padre Soganub es el vicario general de la Catedral de Santa María en la Ciudad de Marawi —donde fue capturado por primera vez—, una ciudad predominantemente musulmana en Mindanao Central, archipiélago de Filipinas. El Papa Pablo VI creó la Prelatura de Marawi en un gesto de reconciliación dirigido a los musulmanes filipinos que fueron víctimas del abuso de las fuerzas gubernamentales bajo la ley marcial.
El pasado 23 de mayo de 2017, la ciudad de Marawi fue atacada por más de 700 hombres armados que profesaban su lealtad a ISIS. Según el Gobierno filipino, un total de 47 civiles, 149 soldados oficiales y 673 terroristas han muerto en el conflicto actual y casi 650.000 personas han sido desplazadas por los combates. No hay novedades sobre los 50 rehenes restantes, de los cuales 20 son personal de la Catedral de Santa María.