Los atentados suicidas de la mañana de Pascua contra iglesias y hoteles en Sri Lanka matan a más de 250 personas

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EN SRI LANKA, los terroristas suicidas atentaron contra 3 iglesias y hoteles en ataques coordinados durante la mañana de Pascua, que dejaron más de 250 personas muertas, mientras que se estima que otras 500 resultaron heridas.

Dolor en Sri Lanka

La serie de atentados con bombas comenzó aproximadamente a las 8.45 am en Colombo, la capital, con una explosión en el Santuario de San Antonio, la iglesia católica más conocida, designada como el santuario nacional del país. 45 minutos después, una segunda iglesia católica fue atacada: la de San Sebastián, en Negomba, a unas 20 millas de la costa occidental. Posteriormente, otra bomba explotó en la Iglesia Protestante de Sión, en Batticaloa, en la costa este. Durante el mismo período, hubo explosiones en 3 hoteles de lujo en Colombo, que son populares entre los occidentales: hay varios extranjeros entre los muertos. Por último, existen informes de otras dos explosiones más en la capital.

Las autoridades han identificado al grupo islamista radical National Thowheeth Jama’ath como responsable de los ataques terroristas.

Consultado telefónicamente, el obispo Warnakulasuriya Devsritha Valence Mendis, de Chilaw, le dijo a Ayuda a la Iglesia que Sufre que condena “el brutal ataque, son actos de absoluta violencia que no se pueden entender”. El obispo dijo que los bombardeos fueron “totalmente inesperados” y que el país había estado disfrutando de relaciones pacíficas entre las diferentes religiones.

Los budistas representan el 70% de los 21 millones de habitantes del país; el 13% son hindúes, y los cristianos, un 10%. Los católicos de Sri Lanka son 1,3 millones. La mayoría de ellos viven en la parte occidental y costera del país. “La zona tiene muchas iglesias”, dijo el obispo Mendis, y añadió que el Santuario de San Antonio atrae a “gente de todas las creencias”, con miles de personas que lo visitan cada día.

El Papa Francisco, después de celebrar la Misa del Domingo de Pascua, calificó los atentados de “horribles” y transmitió su “sincera cercanía a la comunidad cristiana, atacada mientras estaba reunida en oración, y a todas las víctimas de tan cruel acto de violencia”.

Al observar que personas de varias religiones murieron en los ataques a los hoteles, el obispo Mendis los calificó como “un crimen contra la humanidad”. “Nuestra alegría pascual nos fue arrebatada”, dijo, y el Domingo de Pascua “se convirtió en un día de luto”. El obispo expresó su confianza: “Nuestro pueblo enfrentará el futuro con coraje y fe”.

En un mensaje a los donantes de Ayuda a la Iglesia que Sufre, el obispo Mendis dijo: “Necesitamos sus oraciones para que la paz y la armonía puedan ser restauradas en nuestro país”. Y concluyó: “Como acto de solidaridad, debemos rezar por todos los cristianos que están sufriendo a causa de su fe”.

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