Oriente Medio: Menos escuelas católicas significan más extremismo
AYUDA A LA IGLESIA QUE SUFRE (ACN) HA APROBADO UN NUEVO PAQUETE DE AYUDAS PARA LAS ESCUELAS DE LÍBANO Y SIRIA PARA EL CURSO ESCOLAR 2023-2024. El programa de ayuda de $2,8 millones de dólares incluye becas para más de 16.000 alumnos predominantemente cristianos de hogares pobres en 176 escuelas católicas, así como asignaciones para complementar los salarios de 6.000 profesores en escuelas católicas y 117 profesores de religión en escuelas públicas. El programa también financia más de 20 proyectos de paneles solares para algunas de estas escuelas.
La supervivencia de las escuelas de ambos países depende de la ayuda financiera internacional. “Nuestras escuelas están en un aprieto terrible”, dice Marielle Boutros, responsable en parte del trabajo de proyectos de ACN en Líbano.
“Los padres ya no pueden pagar las cuotas escolares y no hay ayudas estatales. Pero sin ingresos, las escuelas no pueden pagar los sueldos de los profesores. Y luego están los gastos de funcionamiento. Pero si no mantenemos las escuelas católicas, las consecuencias serán graves para todo el país. Algunas instituciones islamistas están esperando para saltar al vacío. Los niños serían entonces adoctrinados ideológicamente, lo que llevaría a más extremismo”.
La ayuda tiene un fin social
Desde el colapso económico de Líbano en 2019, más del 70% de la población vive en la pobreza extrema. Y el 90% de los sirios también, debido a la guerra, las sanciones y la inflación. Boutros explica que “una persona en Líbano que ganaba unos 2.000 dólares al mes ahora recibe el equivalente a unos 20 o 30 dólares. Sólo el viaje al trabajo se come todo su salario. Mucha gente ha perdido su trabajo. Viven con unos pocos dólares al mes y tienen que saltarse comidas”.
El paquete de ayudas de ACN no solo ayuda a los padres con las tasas y gastos escolares, sino que también subvenciona los sueldos de los profesores de las escuelas católicas y de los profesores de religión de las escuelas públicas. Sin esta ayuda económica, muchos no podrían llegar a fin de mes.
Para Yolla Bader, que lleva 23 años enseñando religión en una escuela pública cerca de Beirut, la ayuda económica de ACN es una gran bendición: “Este año tuve un accidente y me tuvieron que operar del hombro. Sin la subvención de ACN, no habría podido costearme la operación”. Para Bader, la enseñanza es algo más que una carrera. A pesar de la difícil situación, Yolla no habría dejado de trabajar. “Mi tarea aquí no es simplemente enseñar. Mi misión es ser la presencia de Cristo en esta escuela, aunque sólo sea una pequeña luz en la oscuridad.”
El apoyo de ACN a la instalación de energía solar y otras reformas en las escuelas tiene, en última instancia, un importante fin social. “Los sistemas de paneles solares son muy importantes, porque ayudan a las escuelas a ser autosuficientes”, dice Boutros. “Como hay huelgas en muchas escuelas públicas, tres millones de niños corren el riesgo de crecer sin educación. Podemos acoger a muchos de ellos -incluidos niños musulmanes- en escuelas católicas. Los cristianos cumplen aquí una importante tarea para todo el Líbano. Muchos padres musulmanes valoran nuestro trabajo. Los niños conocen la fe y los valores cristianos, y al estar juntos también crece la tolerancia”.
Dar perspectiva a los niños en una Siria devastada por la guerra
En Siria, que sufre una guerra civil desde 2011, la pobreza es hoy peor que nunca. “Siria fue clavada en la Cruz. El país ha sobrevivido, pero la guerra ha desgarrado heridas profundas en cuerpo y alma”, explica Elias Nseir, representante del Patriarcado Greco Católico Melquita, que dirige la escuela Al-Riaya en un suburbio de Damasco.
La población cristiana en Siria ha disminuido drásticamente. Es difícil obtener cifras exactas, pero antes de la guerra se creía que vivían en el país alrededor de 1,5 millones de cristianos y, según las estimaciones actuales, ahora hay unas 200.000 familias cristianas. Esto hace aún más significativo el apoyo financiero a las escuelas católicas, para dar a los niños una perspectiva a pesar de la guerra y ayudarles a construir una relación más profunda con su patria. “El apoyo de ACN nos permite, a pesar de todos los obstáculos, proseguir con nuestras tareas educativas, humanas y cristianas”, dice Nseir. “Hacemos todo lo que podemos para cumplir nuestra misión y estamos profundamente agradecidos a nuestros donantes. Habéis sido y sois un apoyo colosal. ¡Mil gracias a todos! Contamos con vuestra valiosa ayuda”.
—Sina Hartert
