El patriarca caldeo tiene grandes esperanzas en las elecciones parlamentarias de Kurdistán

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“DE ESTA ELECCIÓN esperamos un cambio político positivo, dijo el Cardenal Louis Raphaël I Sako, patriarca católico caldeo de Babilonia y cabeza de la Iglesia católica caldea, sobre la votación del 30 de septiembre de 2018 en Kurdistán para elegir un nuevo Parlamento. Los resultados no han sido anunciados al momento de escribir este artículo y hay algunos informes de que no todos los partidos aceptarán los resultados.

Carteles electorales en Erbil, Kurdistán

Hay mucho en juego para los cristianos de Irak, dijo el patriarca, y explicó: “La cooperación entre el Gobierno central iraquí y las autoridades de Kurdistán es muy importante. Si funciona, todo el país funciona. Si no funciona, surgen muchas complicaciones”.

El patriarca Sako, nombrado cardenal por el Papa Francisco en junio pasado, continuó: “Necesitamos un aumento del empleo para los jóvenes. Necesitamos más ayuda para reconstruir las aldeas [cristianas] en las Llanuras de Nínive, destruidas por ISIS. Necesitamos que el Gobierno crezca y mejore sus servicios. Por último, queremos poner fin a la corrupción [y a las actividades de] la milicia”.

“Queremos construir juntos un Irak democrático y fortalecer la coexistencia pacífica. Tenemos esperanza porque las cosas están cambiando. La elección de 118 nuevos diputados al Parlamento iraquí es una muy buena señal. Los cristianos esperan también una mejora en la seguridad. Pero debo admitir que, en lo que a esto respecta, las cosas solo han empezado a mejorar últimamente”.

Alrededor de 20.000 familias cristianas dejaron sus aldeas en agosto de 2014 y encontraron refugio en Kurdistán. Alrededor de 9.000 familias acaban de regresar a sus hogares. El cardenal dijo: “Esperamos que un resultado positivo de las elecciones en Kurdistán persuada a muchos otros cristianos a permanecer en Irak. Es un desafío muy difícil porque muchos de ellos dejaron Irak y ahora viven en países occidentales. Sus hijos van a la escuela y las familias se están integrando progresivamente [en sus sociedades adoptivas]. Incluso si los padres quisieran regresar, probablemente no lo harían, por el futuro de sus hijos”.

“El voto de Kurdistán tendría un buen resultado, si pudiera persuadir a los cristianos iraquíes, que aún viven como desplazados internos, de que no se vayan. Para ello, necesitamos reconstruir las casas, escuelas, iglesias e infraestructuras destruidas lo antes posible”, dijo el patriarca.

Los conflictos permanentes entre los partidos políticos y religiosos son una grave preocupación para la Iglesia. El patriarca añadió: “Además, los conflictos entre kurdos y árabes, que ambos quieren ocupar las Llanuras de Nínive, no animan a los cristianos iraquíes a quedarse. La carretera entre Badnaya y Teleskuf, por ejemplo, (dos pueblos cristianos), está cerrada. Tenemos dinero para reconstruir las casas, pero las familias no pueden entrar. Además, la gente de allí necesita trabajo. Podríamos mejorar la agricultura y la industria en las Llanuras de Nínive y también podríamos iniciar muchos otros proyectos. Podemos fundar una escuela politécnica para enseñar oficios a los jóvenes”.

“Tenemos que enfrentar muchos desafíos, pero [esperamos] que el nuevo Gobierno central [en Bagdad] y las elecciones en Kurdistán traigan soluciones positivas. De lo contrario, la gente perderá la esperanza y la confianza, esto no debe suceder”.

Daniele Piccini