Pequeñas victorias en Albania

En Albania, la fe fue cruelmente perseguida durante la época comunista. Allí, en el sur del país y casi 35 años después de la caída del comunismo, la mayoría de los sacerdotes y religiosos siguen siendo extranjeros, al igual que las 52 religiosas allí presentes.

Gran alegría: La Hna. Silvia y el párroco Ricardo visitan una aldea.

La mayoría de las congregaciones llevan activas en Albania más de treinta años, y algunas religiosas han dedicado gran parte de su vida a construir la Iglesia en esta pobre región, sirviendo con amor a todos los que necesitan ayuda. Con su amor y su testimonio de vida cambian, pasito a pasito, la vida de las personas, y cada vez más familias encuentran así la fe.

La Hna. Loise de Kenia también se ocupa de las familias gitanas, que allí son despreciadas y discriminadas. Cuando ella y sus compañeras acogieron a niños gitanos en su escuela, los demás padres dieron de baja a sus hijos. Así que, a partir de ahí, las religiosas solo enseñaban a niños gitanos. Sin embargo, cuando al cabo de dos años obtuvieron con ello buenos resultados, los demás padres decidieron llevar a sus hijos de nuevo a la escuela de las religiosas. Esta es una de las pequeñas victorias logradas por las hermanas.

Como las 52 religiosas del sur de Albania prestan su servicio desinteresadamente, sin cobrar, nosotros les hemos prometido $28.500 dólares para su sustento durante un año, para que puedan seguir cambiando la vida de muchas personas.

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