En Burkina Faso, una hermana utiliza la música para luchar contra las fuerzas de la oscuridad
BURKINA FASO atraviesa un estado de confusión. Solo en mayo, los yihadistas mataron a 14 católicos laicos y a 1 sacerdote en 3 ataques. A finales de abril, 1 ministro protestante y 6 miembros de su congregación fueron asesinados a tiros. Durante muchos años, el país fue conocido por la coexistencia pacífica de cristianos y musulmanes, que han estado practicando una forma tolerante de islam. Sin embargo, en los últimos años, el extremismo yihadista, exportado por el país vecino Mali y alentado por los predicadores locales radicalizados, ha cambiado la situación de forma drástica.
Es con este telón de fondo de terror y odio que la hermana Anne-Marie Kabore, de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción, práctica su ministerio musical. Para ella, la canción es una herramienta poderosa para lograr la paz y la reconciliación. Farmacéutica de formación, la hermana Anne-Marie, que reside en la capital de Ouagadougou, viaja regularmente por todo el país para llevar un mensaje musical de esperanza, especialmente a los jóvenes. La acompañan 6 monjas coristas y varios músicos, tanto cristianos como musulmanes.
La hermana Anne-Marie —que está cursando una especialización en Biofarmacología, en la Universidad de Uagadugú— tiene 3 álbumes en su haber, que están disponibles en YouTube y han tenido cientos de miles de visitas. Una composición reciente —Ra le yab ye— lleva un mensaje de aliento para las mujeres que se han convertido en marginadas de la sociedad, por ejemplo, porque no tienen hijos o porque han sido acusadas de brujería. Para ver el video de la canción, haz clic aquí.
La hermana Anne-Marie —cuya orden enseña en las escuelas y es activa en la atención de la salud— es muy franca al referirse a los ataques terroristas y al sentimiento de inseguridad de la gente, particularmente en el norte del país. “La Iglesia está llamada a acompañar al pueblo —dice— y a trabajar por la reconciliación de los hijos del país”, incluso ante el creciente peligro. En una próxima canción, agregó la hermana, “Clamo a Dios para que nos conceda la paz, la estabilidad y la reconciliación de los corazones”.
La nueva canción hace hincapié en “la necesidad de permanecer unidos”, mientras que la letra también se refiere a la “necesidad de formar a sacerdotes y monjas, para que puedan ser los líderes de una población capaz de crear un clima de paz, y para que Burkina Faso pueda volver a conectar con su historia de paz y tolerancia”.
Ayuda a la Iglesia que Sufre apoya a las Hermanas de la Inmaculada Concepción de diversas maneras, entre ellas, ayudando al ministerio de música de la hermana Anne-Marie. Otros proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre en Burkina Faso incluyen el transporte de sacerdotes y monjas y la construcción de iglesias y capillas.