Condenan a 26 años de cárcel a un obispo en Nicaragua

Compartir esta noticia:

AYUDA A LA IGLESIA QUE SUFRE (ACN) HACE UN LLAMAMIENTO A LA ORACIÓN POR LA IGLESIA DE NICARAGUA y por el obispo nicaragüense condenado por traición a la patria el pasado 10 de febrero.

Unidos al Papa Francisco, quien expresó su tristeza y preocupación el 12 de febrero, tras el rezo del Ángelus, la fundación ACN pide a todos sus amigos y benefactores que tengan presente la terrible situación de Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, y solicita oraciones por él y por todos los que sufren persecución en Nicaragua.

Según informaciones de fuentes periodísticas locales, el gobierno ha comenzado a detener y reprender a los sacerdotes que mencionan al obispo Rolando Álvarez en sus sermones, lo que califican de “actividad prohibida”. Al menos dos sacerdotes fueron detenidos en Madriz y en Nueva Segovia por mencionar al obispo o rezar por él durante las misas dominicales.

Por este motivo, y teniendo en cuenta la intención del régimen de acallar las oraciones del pueblo de Nicaragua, ACN hace un llamamiento a los bienhechores de todo el mundo para que recen con mayor fervor por la Iglesia nicaragüense, para que no se sienta abandonada en estos tiempos difíciles y pueda seguir anunciando el Evangelio y acompañando a sus fieles, especialmente a los más pobres y débiles.

Monseñor Rolando José Alvarez

El obispo Rolando Álvarez fue condenado públicamente un día después de negarse a abandonar el país y ser deportado a Estados Unidos con un grupo de más de 200 presos políticos, entre ellos varios sacerdotes y seminaristas que habían sido acusados de “conspiración”. Entre los expulsados se encontraban los padres Óscar Benavides, Ramiro Tijerino, Sadiel Eugarrios, José Díaz y Benito Martínez, así como el diácono Raúl Veja. También fueron exiliados los seminaristas Melkin Centeno y Darvin Leyva, así como el equipo de prensa de la Diócesis de Matagalpa, Manuel Obando y Wilberto Astola. Todos ellos habían estado en la cárcel por atentar contra “la independencia, soberanía y autodeterminación del pueblo” y por incitar a “la violencia, el terrorismo y la desestabilización económica.”

El obispo de Matagalpa, que se encontraba bajo arresto domiciliario desde la madrugada del 19 de agosto de 2022, figuraba inicialmente en la lista de personas que debían exiliarse, pero se negó. Como reacción a la negativa, su sentencia, que estaba prevista para el 15 de febrero, fue adelantada, y un juez dictó una condena de 26 años de cárcel, que de cumplirse verá a monseñor Álvarez en prisión hasta 2049. El juez declaró al obispo “traidor a la patria” y lo encontró culpable de “conspiración contra la integridad nacional y difusión de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación, en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense”.

ACN ya había llamado la atención sobre la situación de los católicos en Nicaragua en agosto de 2022. Entonces, Regina Lynch, responsable de proyectos de ACN Internacional, denunció un “intento de silenciar a la Iglesia en Nicaragua.”

“Nicaragua sigue convulsionada por la crisis que comenzó hace más de cuatro años. La situación en este país centroamericano es crítica, con gran polarización y confrontación. Creemos que la oración es más importante que nunca en estos momentos”, dijo Regina Lynch.

A ACN le preocupan las noticias periódicas sobre sacerdotes a los que se prohíbe regresar al país, las restricciones de visados para religiosos y religiosas, la vigilancia y el control sobre los movimientos de sacerdotes y obispos, la grabación de sermones y la prohibición de procesiones y celebraciones religiosas.

Con el rápido deterioro de la situación política y social, el compromiso de la Iglesia con su papel de pacificadora y promotora de la reconciliación en el país ha llevado a muchos fieles y sacerdotes a ser víctimas de la represión, objeto de acusaciones falsas y de detenciones y penas de prisión injustas.

En noviembre de 2022, una nueva edición actualizada del informe “Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?”. Escrito, por la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, el documento registró detalles de 396 ataques contra la Iglesia católica en el país centroamericano entre abril de 2018 y octubre de 2022.

Los casi 400 episodios de persecución documentados incluyen profanaciones, robos, amenazas y discursos de odio. Durante este periodo varios obispos, sacerdotes, religiosos y laicos fueron blanco de represalias por parte de las autoridades.

Las drásticas medidas tomadas por el gobierno contra monseñor Álvarez suponen una escalada más en una espiral de ataques contra la Iglesia y sus miembros, y siguen a episodios como la expulsión del nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, en marzo de 2022, y el exilio forzoso de las Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por Santa Madre Teresa de Calcuta, así como de otros religiosos y sacerdotes. El gobierno también cerró la cadena de televisión de la Conferencia Episcopal, así como las emisoras de radio católicas. Las autoridades nacionalizaron la Universidad Católica que pertenecía a la diócesis de Estelí.

—Maria Lozano