Revisión Nacional: El Director de Alcance de ACN discute el Cristianismo en Irak
EN LA NOCHE del 6 de agosto de 2014, los combatientes de ISIS arrasaron las Llanuras de Nínive del norte de Irak y condujeron a más de 120.000 cristianos al exilio en Kurdistán. 5 años después, ISIS ha sido derrocado, y una medida de estabilidad ha regresado a la región.
Con ISIS derrotado, 40.000 cristianos han regresado a su antigua patria, repoblando 9 ciudades históricamente cristianas. En total, alrededor de 250.000 permanecen en Irak, por debajo de los 1,5 millones de 2003, en la víspera de la invasión de los Estados Unidos. Por el momento, están a salvo, pero los musulmanes suníes y las milicias apoyadas por Irán tienen planes para sus tierras y propiedades.
Estados Unidos se ha comprometido a canalizar importantes fondos de la USAID a organizaciones religiosas sobre el terreno, que ayuden a supervisar la reconstrucción de viviendas, escuelas y hospitales, así como de las infraestructuras de agua y electricidad, y a realizar reparaciones vitales. A fin de seguir estabilizando la región y aumentar las oportunidades económicas, los fondos deben desembolsarse rápidamente.
Uno de los líderes cristianos más destacados de Irak tiene preocupaciones más profundas. En el 5° aniversario de la invasión de ISIS al norte de Irak, Bashar Warda, de la arquidiócesis católica caldea de Erbil, Kurdistán, subraya que “el cristianismo en Irak está peligrosamente cerca de la extinción”. La Iglesia de Erbil ha cuidado de las familias exiliadas de las Llanuras de Nínive durante casi 3 años. En una entrevista con Ayuda a la Iglesia que Sufre, el arzobispo Warda insiste en que las atrocidades de ISIS son parte del “ciclo recurrente de violencia contra los cristianos en Medio Oriente durante más de 1.400 años”.
Desde el comienzo del islam en el siglo VII, “el grado de tolerancia” hacia los cristianos y otros no musulmanes dependía del “juicio y el capricho” de determinados gobernantes, explica Warda. Al final, los cristianos eran tolerados o no “dependiendo de la intensidad del espíritu yihadista predominante”. El arzobispo señala que incluso durante la Edad de Oro árabe, de los siglos VIII al XIV, que “se construyó sobre la erudición caldea y siríaca” y se caracterizó por un rico diálogo musulmán-cristiano, “nunca se trató de una cuestión de igualdad” entre cristianos y musulmanes.
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