En Filipinas, un tercer sacerdote es asesinado en seis meses

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EN FILIPINAS, el 10 de junio de 2018, el padre Richmond Nilo, de 43 años, fue asesinado a tiros en la escalera del altar de la iglesia de Nueva Écija, a unas 120 millas al norte de la capital Manila. El padre Nilo se había opuesto al trabajo de la secta Iglesia ni Cristo, que tiene cerca de 2,7 millones de personas. El asesinato fue el tercer ataque mortal a un sacerdote en 6 meses. Lamentablemente, los asesinos pudieron escapar. A principios de junio, otro sacerdote sobrevivió a un atentado contra su vida. El presidente de la Conferencia Episcopal del país y presidente de Ayuda a la Iglesia que Sufre en Filipinas, el arzobispo Sócrates Buenaventura Villegas, de Lingayen-Dagupan, comentó la situación.

El padre Nilo fue asesinado justo cuando estaba a punto de decir la misa. ¿Qué sabe de las circunstancias?

Arzobispo Socrates Buenaventura Villegas

Venía de celebrar la misa en la capilla de otro pueblo. Se preparaba para ponerse el alba para celebrar otra misa cuando le dispararon 4 veces cerca del altar, delante de Nuestra Señora de las Nieves. Incluso bromeaba como siempre con su monaguillo.

Hay rumores de que la Iglesia ni Cristo (INC) podría estar detrás del asesinato. ¿Sería posible? ¿Qué significaría eso para la comunidad cristiana en Filipinas?

El asunto está bajo investigación. Sea lo que sea que los investigadores encuentren, no hay razón para matar a nadie. Debatimos, discutimos, pero nunca debemos recurrir al asesinato para resolver las diferencias.

¿De dónde viene el odio hacia el clero católico?

El padre Richmond fue un defensor de Kaya Natin (Podemos), un movimiento que promueve el compromiso político ético. También fue un activo defensor de la fe católica. Con respecto a una misión como esta, centrada en la fe y la moralidad, algunas personas expresarán odio. Pero esta oposición no es razón para guardar silencio.

Los observadores extranjeros califican a Filipinas como “uno de los lugares más peligrosos para los activistas de los derechos humanos, los activistas medioambientales y los periodistas de investigación”. ¿Qué puede hacer la iglesia en esta situación tan caldeada?

La Iglesia siempre defenderá la paz y la misericordia. La venganza no está en consonancia con nuestro mensaje. Nuestra primera herramienta para el cambio social es la oración. Solo Dios puede suavizar los corazones endurecidos. Nuestra segunda herramienta es seguir predicando a Cristo. Enseñamos y nunca nos cansamos de repetir el mismo mensaje. La tercera respuesta es el diálogo. Dialogamos con los que nos odian o con todos los que no comparten nuestra creencia. Buscamos el terreno común.

La situación política en Filipinas se está volviendo cada vez más tensa. Al mismo tiempo, hubo ataques islamistas en el sur del país. ¿Está en peligro el país?

Creemos en el poder de Dios. No tememos que nos maten. Más bien deberíamos tener miedo de matar. Vivir en tiempos peligrosos ha sido parte de nuestra misión en el mundo. El Señor dijo: “No temas. He vencido al mundo”. La Iglesia puede sobrevivir y prosperar en cualquier situación.

—Tobias Lehner y Jonathan Luciano

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