En la India, la nueva ley anti-conversión preocupa a los cristianos

Compartir esta noticia:

LEELA BAI, MADRE CRISTIANA de una niña con discapacidad física, aún no se ha recuperado del trauma que acabó con su embarazo de ocho meses. Ocurrió en la víspera de Año Nuevo de 2020; esa noche un extremista hindú le dio una patada en el estómago, matando a su hijo en el vientre.

El culpable formaba parte de un grupo de unos 30 hombres hindúes que atacaron una reunión de oración cristiana organizada por Church of God Mission International en una casa de la aldea de Dewada, en el distrito de Barwani, en Madhya Pradesh, un estado del centro de la India.

Leela Bai
Leela Bai

“Los habitantes de la aldea suplicaron a los fanáticos hindúes que tuvieran piedad, pero éstos rompieron la Biblia y golpearon a los presentes en la casa y abandonaron el lugar con una severa advertencia contra cualquier reunión de oración”, dijo el pastor Idu Chouhan, que está ayudando a Bai a recibir tratamiento médico y a llevar su caso legalmente.

Este es uno de los varios casos de radicales hindúes que atacan las reuniones de oración cristianas en Madhya Pradesh. El estado está gobernado por el partido pro-hindú Bharatiya Janata Party (BJP) y ha aprobado recientemente una ordenanza para hacer frente a las conversiones religiosas supuestamente fraudulentas.

Líderes cristianos como el arzobispo de Bhopal, Leo Cornelio, informan de que la persecución de los cristianos en Madhya Pradesh ha aumentado considerablemente después de que el gobierno introdujera la nueva ley anti-conversión, derogando una ley de más de cinco décadas de antigüedad que castigaba la conversión por seducción o por la fuerza.

La Ordenanza de Libertad de Religión de Madhya Pradesh de 2020 —promulgada el 9 de enero— prevé penas de hasta 10 años de cárcel por conversión religiosa, incluso con fines de matrimonio. Los pentecostales son el principal objetivo de la nueva legislación estatal.

El arzobispo Cornelio dijo a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) que la nueva ley se ha convertido en una herramienta eficaz en manos de los hindúes de línea dura para avivar las tensiones comunales y atacar a las minorías, especialmente a los cristianos y musulmanes.

Un mes después de la aplicación de la nueva ley, se han presentado casi una docena de casos contra cristianos; 15 personas están en la cárcel, informan los líderes de la Iglesia. Al mismo tiempo, la policía se muestra reacia a presentar los Primeros Reportes de Información (FIR) sobre los ataques violentos contra los cristianos.

El 12 de enero, la policía exhumó el cuerpo del bebé de Bai, que había nacido muerto, y realizó una autopsia. “Nos dirigimos a la policía para que registrara el FIR, acusando a los activistas hindúes que nos agredieron y mataron al niño no nacido, pero fue en vano”, dijo el pastor Chouhan a ACN, añadiendo: “Como la policía no aceptó nuestra denuncia, el 12 de enero presentamos una denuncia por Internet para que se actuara contra los agresores que mataron al bebé de Bai, pero seguimos sin respuesta”.

El pastor Chouhan dijo que algunos hospitales a los que llevaron a Bai se negaron a admitirla para su tratamiento por miedo a los radicales hindúes. “Tuvimos que llevarla a un lejano hospital privado para que recibiera tratamiento”, dijo el ministro, y Bai está tan traumatizada que “es incapaz de narrar su calvario”.

En otro incidente ocurrido el 26 de enero, activistas hindúes de derechas irrumpieron en un servicio de oración cristiano en un centro de prensa católico de Indore, una ciudad importante. Los atacantes afirmaron que el servicio de oración era una ceremonia de conversión religiosa masiva y la policía detuvo a 11 personas que fueron acusadas en virtud de la nueva ley anti-conversión. Nueve de ellos acabaron en la cárcel, acusados en virtud de la nueva ordenanza.  Después de que un tribunal local rechazara su solicitud de libertad bajo fianza, los acusados han recurrido al tribunal de Indore del Tribunal Superior de Madhya Pradesh.

Asimismo, el 27 de enero, tres cristianos del distrito de Balaghat fueron detenidos cuando se habían reunido para un servicio de oración. También ellos fueron enviados a la cárcel y su fianza también fue rechazada.

“Ahora, ni siquiera un espacio privado, como la propia casa o la iglesia, es seguro para que los cristianos recen, ya que puede interpretarse como una reunión para la conversión religiosa”, dijo el arzobispo Cornelio, y añadió: “Según la nueva ley, si se ayuda a una persona pobre con comida o se ayuda a un niño pobre con material de estudio o se le da admisión gratuita en una escuela cristiana, puede interpretarse como una inducción y puede invocarse la ley”.

“La ley está hecha de tal manera que la carga de probar la acusación recae en el acusado, no en el acusador, y ha dado a los fanáticos de la derecha la oportunidad de sacar su látigo en cualquier momento contra los miembros vulnerables de la comunidad minoritaria”, dijo el arzobispo.

El prelado negó las acusaciones de que los cristianos están involucrados en conversiones religiosas que implican fraude, seducción o fuerza. El prelado también advirtió al gobierno que no interfiera en el derecho de los ciudadanos a elegir la religión que deseen. La nueva ley, sugirió, supone una violación de la Constitución y de sus derechos fundamentales. El arzobispo pidió al gobierno estatal que derogara la ley anti-conversión en aras de la armonía comunal.

Los hindúes son la gran mayoría en Madhya Pradesh, y representan más del 90% de los 73 millones de habitantes del Estado. Los cristianos sólo representan el 0,29%.

—Saji Thomas