Un obispo califica de “genocidio calculado” la matanza de agricultores cristianos en el Cinturón Medio de Nigeria

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En una declaración presentada en una audiencia del 17 de diciembre en el Capitolio, el obispo William Aven —en el corazón del Cinturón Medio de Nigeria— dijo a los miembros del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes y de la Comisión de Derechos Humanos  Tom Lantos, que la actual “matanza masiva de cristianos en el Cinturón Medio de Nigeria” por parte de los pastores Fulani “cumple los criterios de genocidio calculado” de acuerdo con la “Convención sobre el Genocidio como ‘actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso'”. También condenó la incapacidad del gobierno para frenar la violencia, que ha matado a miles de cristianos.

Un pastor fulani
Un pastor fulani

“Desde que comenzaron los constantes ataques hace unos cinco años, apenas ha habido un solo día sin que se produzcan matanzas en una u otra parte de la región”, dijo el obispo Avenya en la audiencia sobre “atrocidades y asesinatos en masa en el Cinturón Medio de Nigeria”. Dado que los fulani son mayoritariamente musulmanes, el obispo habló de la “alta probabilidad de que las matanzas tengan un trasfondo religioso”, diciendo que “las víctimas elegidas dan un claro índice de la connotación religiosa de la carnicería”.

El obispo añadió que “curiosamente, nadie ha sido detenido ni interrogado ni procesado ni condenado por ningún cargo relacionado con esta oleada de asesinatos. Sin embargo, estos asesinos no son invisibles, ni tampoco desconocidos. En cambio, estas atrocidades se hacen pasar por enfrentamientos étnicos o comunales”.

Denunció que la “absoluta impunidad y la indiscutible audacia con la que se cometen estos actos crea la sensación de que se trata de un ataque premeditado y planificado de antemano contra las poblaciones y regiones que son objetivos”. El obispo continuó: “Parece que el sistema no sólo ha permitido, sino que está ayudando a la entronización de las opiniones de supremacía de un grupo religioso frente a los demás.

“Parece que lo que está ocurriendo aquí forma parte de una gran conspiración. Nuestro gobierno nacional no ha dado muestras convincentes de un compromiso real para poner fin a esta carnicería. De hecho, su complacencia hace que sea aún más difícil para cualquier mente crítica exonerarlo de cualquier posible implicación”.

El obispo pidió a los legisladores estadounidenses que “proyecten al mundo la realidad y el grado de nuestros gemidos. Incluso si no se hace nada, al menos quedará constancia de que pedimos ayuda a gritos, y que el mundo fue negligente con nuestros gemidos”.

—Joop Koopman