Historia de éxito: Un ciclomotor para un sacerdote en Sierra Leona
Hasta hace poco, solo había un vehículo para toda la parroquia de San Carlos Lwanga en la ciudad de Bo. Es por esto que el joven padre Paul Karin a menudo tenía dificultades para llegar a algunas de las comunidades donde lo necesitaban.
La brutal guerra civil que tuvo lugar entre 1991 y 2002 cobró miles de vidas en Sierra Leona y dejó una devastación generalizada. La economía y la infraestructura quedaron arruinadas; más del 70 % de los 7 millones de habitantes del país viven en la pobreza.
La situación empeoró aún más con la terrible epidemia del Ébola en 2014, así como con una serie de desastres naturales. Como resultado, la Iglesia se vio obligada durante muchos años a centrarse en las necesidades concretas del día a día de la población. Ahora, el enfoque está cambiando hacia la reconstrucción psicológica y espiritual de la nación, ya que el único camino hacia un futuro mejor es, en primer lugar, preparar el terreno a través de la conversión interior del individuo y la renovación de su relación con Dios.
Desde su ordenación, en febrero de 2019, el padre Paul ha estado trabajando en Bo, en el sur del país. Bo tiene una población de más de 200.000 habitantes y es la segunda ciudad más grande, después de la capital Freetown.
La parroquia también incluye a varios pueblos y asentamientos más pequeños de los alrededores, algunos de ellos ubicados hasta 15 millas de distancia. El padre Paul celebra la Santa Misa en estos pueblos, visita a los enfermos y ancianos, les lleva los sacramentos, atiende a las escuelas y participa en varias reuniones parroquiales.
Gracias a la generosidad de nuestros benefactores, pudimos darle 1.000 dólares para ayudarlo a comprar un ciclomotor. Ahora, su trabajo es mucho más fácil y la gente de la parroquia está contenta de que pueda verlos con más frecuencia.
¡Nuestro más sincero agradecimiento a todos los que nos han ayudado!
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