India: El nacionalismo hindú impulsa los enfrentamientos interreligiosos
Fuentes eclesiásticas locales afirman que los enfrentamientos que han enfrentado a hindúes y cristianos en el estado de Manipur forman parte de un plan más amplio: animar a la base hindú a votar por el partido gobernante BJP en las próximas elecciones.
Los feroces enfrentamientos que se están produciendo en Manipur, India, forman parte de un plan más amplio para desestabilizar la armonía interreligiosa y aumentar el apoyo al partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), según un obispo indio que habló por teléfono con Ayuda a la Iglesia Sufre (ACN).
El obispo, que pidió no ser identificado por razones de seguridad, está en contacto directo con los cristianos sobre el terreno en Imphal, la capital de Manipur, y sus alrededores.
“Se han perdido muchas vidas, muchas más de las que se publican oficialmente en los periódicos. Se informa muy poco de la actividad violenta fuera de la capital”, explica.
Además de las víctimas mortales, un informe enviado a ACN por la archidiócesis de Imphal el 20 de junio afirma que más de 50.000 personas se han visto desplazadas por las semanas de enfrentamientos.
“La verdadera razón es el tamaño de la población cristiana. Dos grupos tribales, los kukis y los nagas, ocupan una enorme porción del territorio del estado. Lo que piensan los hindúes, o los meiteis, un grupo tribal mayoritariamente hindú, es que se les debería permitir ir a ocupar tierras que pertenecen a los [cristianos]. Y el BJP dirige tanto el gobierno federal como Manipur, por lo que existe un permiso tácito para seguir adelante”, explicó el obispo.
Aunque la versión oficial insiste en que se trata de una disputa étnica, el obispo afirma que se ha convertido en una cuestión interreligiosa. “También hay cristianos entre los meiteis, y muchas de sus iglesias han sido destruidas, lo que es una prueba clara de que no se trata sólo de tierras”. El obispo añade: “El final de esto no está a la vista, y la desconfianza entre los dos grupos no se extinguirá fácilmente”.
Estas opiniones se ven confirmadas por informes de otras fuentes locales que llegaron a ACN en junio, que cifran en 249 el número de iglesias meitei destruidas desde el comienzo del conflicto. Las fuentes también afirman que más de 200 aldeas kuki han sido atacadas y que hay innumerables casas destrozadas. “La pregunta que uno debe hacerse en medio de los combates entre los kukis y los meitei es por qué las bandas meitei queman y destruyen 249 iglesias en el corazón del territorio meitei. ¿Cómo sabían dónde se encontraban las iglesias si esto no había sido planeado?”.
El informe de la arquidiócesis de Imphal cuestiona abiertamente el papel que las fuerzas de seguridad del Estado han desempeñado en el conflicto. “Es difícil decir si las fuerzas estatales se vieron superadas en número o abrumadas por las peticiones de ayuda, o si fueron cómplices. La ausencia de personal de seguridad en los lugares donde más se les necesitaba plantea interrogantes. Si había una preocupación sincera, ¿por qué las fuerzas estatales no fueron capaces de impedir episodios prolongados de violencia ni siquiera en un solo lugar de ataque? ¿Por qué se dejaron sin vigilancia lugares vulnerables incluso después de los intentos de atentado?”.
Por último, el documento describe con detalle un ataque contra el Centro Pastoral y de Formación de San Pablo, en Imphal. Las turbas entraron por la fuerza en el local tres veces, exigiendo ver los documentos de identidad de todas las personas que se encontraban dentro para confirmar que no había kukis. A pesar de haberlo confirmado en todas las ocasiones, los atacantes prendieron fuego al edificio, incluida la iglesia, destruyendo todo lo que pudieron.
El obispo afirma que el principal motivo de todo esto son las próximas elecciones generales. “Las elecciones son el próximo abril en India, así que los nacionalistas hindúes quieren aterrorizar a la gente antes de eso. Utilizarán la presión contra cristianos y musulmanes, y luego intentarán ganarse a los hindúes por eso. Pero espero que no funcione”, afirma.
Al mismo tiempo, el prelado se niega a hacer generalizaciones sobre los hindúes indios, afirmando que “el 90% de ellos son excelentes personas. Por eso tenemos la esperanza de que las cosas no vayan por ahí. No están de acuerdo con lo que está pasando, pero tienen miedo de decirlo, porque se meterían en problemas”.
Manipur tiene una historia de tensiones étnicas entre los meiteis, mayoritariamente hindúes, y las tribus cristianas kuki y naga. Estas últimas tribus están reconocidas por el gobierno como minorías desfavorecidas y, por tanto, se benefician de un trato especial, que incluye el acceso a tierras reservadas a los tribales. Los meiteis han exigido recientemente los mismos privilegios, pero los kukis se oponen, ya que abriría sus tierras natales a la ocupación. Esto llevó a los miembros del grupo meitei a emprender una algarada, que comenzó con la caza de miembros de la comunidad kuki, pero rápidamente desembocó en ataques contra escuelas cristianas, lugares de culto y otros edificios.
Según el obispo, la Iglesia está esperando a que la situación sobre el terreno se normalice ligeramente, para poder determinar qué puede hacer ACN para ayudar a las víctimas. Mientras tanto, se pide a todas las personas de buena voluntad que recen. “Recen por estas personas, especialmente en los próximos meses. Estoy seguro de que Dios sacará algo bueno de todo esto, porque los buenos meiteis se darán cuenta de que les manipularon y les hicieron odiar a los demás. Estoy seguro de ello”, afirma el obispo.
—Filipe d’Avillez & Maria Lozano