La Biblia en Pakistán: ‘Hay una bendición para los que tocan la Palabra de Dios’
EL 30 DE SEPTIEMBRE, LA IGLESIA CELEBRA LA MEMORIA DE SAN JERONIMO, doctor de la Iglesia que tradujo la Biblia al latín. Septiembre es el mes de la Biblia, y la Iglesia recuerda la profunda convicción de San Jerónimo que dice: “quien no conoce la Sagrada Escritura no conoce a Cristo.”
Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) habló con el padre Emmanuel Asi, director ejecutivo de la Comisión Bíblica Católica de Pakistán, sobre la situación de los cristianos en su país, y su apostolado en Pakistán. El padre Asi es sacerdote en la arquidiócesis de Lahore y habló sobre el carácter sagrado de la Biblia para los fieles.
¿Cómo es la vida de los cristianos en Pakistán?
Pakistán es una república islámica con una población de 230 millones de habitantes, de los cuales el 97% son musulmanes. El 3% restante son minorías, incluyendo hindúes, cristianos y sikhs. La mayoría de los 1,5 millones de cristianos son católicos. La vida es difícil para quienes, como los cristianos, no siguen el Islam. No hay libertad religiosa.
Pero la Constitución establece que “todo ciudadano tiene derecho a profesar, practicar y propagar su religión”, y que cada confesión religiosa “tendrá derecho a establecer, mantener y gestionar sus instituciones religiosas”. Entonces, ¿qué está pasando?
Sobre el papel se nos permite hacer de todo, tenemos derechos; pero en la práctica, en la política, en la vida social, en el mundo académico, en el trabajo, hay mucha discriminación y dificultades para nuestros jóvenes, sobre todo para los que quieren estudiar en una universidad, o para los que buscan trabajo. Puedes hacer lo que quieras dentro de la Iglesia, tienes plena libertad para ello. Puedes dirigir tus escuelas, tus instituciones, tus parroquias, tu comunidad, realizar cualquier programa, imprimir Biblias y libros. Pero en cuanto sales a la sociedad, a la calle, a la oficina, al lugar de trabajo, ahí empiezan las dificultades y la discriminación.
¿Cuál es el mayor reto para los cristianos pakistaníes?
El principal reto es permanecer fieles y ser valientes en la vida cotidiana. Tenemos una gran bendición, que es el hecho de que la mayoría de nuestra gente es joven. Alrededor del 65% de las personas que van a la iglesia tienen menos de 40 años. Eso significa que la Iglesia está muy viva. Pero nuestro principal problema, nuestro principal reto, es la educación, porque los niveles educativos en Pakistán son muy bajos, y el analfabetismo es rampante. Por otra parte, la población cristiana sigue creciendo, y este es otro reto: ¿cómo llegar a la gente? Los obispos quieren abrir nuevas parroquias. Tenemos suficientes sacerdotes y vocaciones, así que tendremos suficientes sacerdotes en el futuro, ese no es el problema. La dificultad estriba en abrir nuevas parroquias, construir casas parroquiales y llegar a la gente.
¿Cómo difunde la Comisión Bíblica el mensaje del Evangelio en Pakistán?
En los últimos 20 años, desde que se fundó la Comisión Bíblica Católica, hemos hecho mucho para acercar la Palabra de Dios a la gente, y la gente a la Palabra de Dios. Esta es nuestra misión. La gente quiere escuchar; quiere leer la Palabra de Dios. Tenemos una variedad de programas para que la gente participe. Por ejemplo, tenemos uno llamado “Cien mil amigos de la Biblia”, con personas de todo Pakistán que tienen su propia Biblia y les gusta leerla al menos cinco minutos al día.
El año pasado, en noviembre, pusimos en línea lecturas en audio de la Biblia para las personas que no saben leer. Así la gente podía escuchar la Palabra de Dios. También tenemos la Biblia para niños y la Biblia YouCat, impresa en lengua urdu, esto gracias a ACN. Hemos impreso 70.000 Biblias.
También tenemos Maratones de la Biblia en todas nuestras diócesis, con 2.000 participantes en todo el país. Durante 127 horas se lee la Biblia completa, sin parar, día y noche. La gente se ha entusiasmado y ha sido tocada espiritualmente por este programa.
¿Podría darnos un ejemplo de cómo la Biblia ha cambiado la vida de la gente?
Tengo muchos testimonios. Había una persona que era analfabeta, no sabía leer. Cuando hablé con él, me dijo: “Quiero leer la Biblia, pero no sé leer”. Le dije que en la Biblia hay una bendición especial para los que tocan la Palabra de Dios. Le dije: “Cada día debes tocar una página de la Biblia, cada palabra de la Biblia. Ve línea por línea, línea por línea, y obtén esta bendición con tus dedos, porque está escrito en la Biblia que hay una bendición para los que tocan la Palabra de Dios”. El plan era que cada día abriera la Biblia y dirigiera sus dedos sobre algunas líneas. Así lo hizo, y dos años y medio después vino a verme. Estaba muy emocionado y conmovido. Me dijo: “Recibí muchas bendiciones, mucha conversión y cambio en mi vida. He tocado toda la Biblia”. Le di un certificado, porque damos certificados a las personas que leen toda la Biblia.
¿Cómo es el trabajo fuera de la Iglesia, especialmente en un país de mayoría musulmana?
En primer lugar, organizamos muchos seminarios, e invitamos a muchas personas de otras religiones. Hace poco, celebramos un seminario sobre espiritualidad, y contamos con personas de seis religiones diferentes. En segundo lugar, trabajamos con profesores universitarios y estudiantes de Estudios Religiosos Comparados. En tercer lugar, mantenemos un diálogo directo. Vivimos codo con codo con otras religiones, de día y de noche. Convivimos con ellas, hablamos con ellas, las acogemos en nuestras casas, y nosotros en las suyas.
¿Le gustaría transmitir un último mensaje a ACN y a sus benefactores?
Me gustaría dar las gracias a la gente de todo el mundo, a la gente de ACN, y a todos los que nos proporcionan ayuda financiera, y que nos apoyan con sus oraciones. Les pido que sigan ayudando, especialmente a Pakistán. En nombre de nuestro pueblo: Por favor, ¡sigan ayudándonos todo lo que puedan! Por muy crítica que sea la situación, por muy amarga que sea la realidad, debemos mantener viva nuestra esperanza en Dios. Solo la esperanza puede darnos una nueva vida. En nuestro idioma utilizamos este término cuando una mujer está embarazada, decimos que está Umeed (امید), que está “con esperanza”, ya que va a traer una nueva vida al mundo. La esperanza es lo que te hace ser fructífero y multiplicarte.
—Carlos Rosas-Jiménez