Obispo en los Emiratos Árabes Unidos: “Nunca he experimentado animosidad”

El obispo Paul Hinder es el vicario apostólico de Arabia del Sur. El monje capuchino suizo recibirá al Papa cuando salga para Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el 3 de febrero de 2019. Ayuda a la Iglesia que Sufre habló con el obispo sobre la tolerancia en la vida cotidiana, la falta de libertad religiosa y las expectativas por la visita papal.

El Papa Francisco visitará pronto Abu Dhabi. ¿Sería una exageración hablar de una visita histórica?

No. La visita puede ser llamada histórica por dos razones en particular: en primer lugar, será la primera vez en la historia de la Iglesia que un Papa visite la península arábiga. En segundo lugar, será la primera vez que la Eucaristía se celebrará en un lugar público que el Gobierno ha puesto a nuestra disposición.

Se esperan más de 130.000 fieles, que se reunirán abiertamente para la misa papal. Eso sería inconcebible en la vecina Arabia Saudita. Ni siquiera hay iglesias allí. ¿Por qué las cosas son diferentes en los Emiratos Árabes Unidos?

La libertad de culto, es decir, la posibilidad de celebrar servicios divinos como congregación, varía en cada uno de los países del mundo árabe. Mientras que en Arabia Saudita los servicios divinos solo se toleran cuando se celebran en privado, y en grupos relativamente pequeños, en otros países, en particular aquí en los Emiratos Árabes Unidos, se han construido iglesias que son visitadas por miles de fieles cada semana. Esta libertad suele depender de la apertura y la tolerancia de los respectivos gobernantes. En los últimos decenios, se ha podido encontrar una apertura y tolerancia particularmente en Baréin, los EAU, así como en Omán.

Así que los gobernantes de los Emiratos Árabes Unidos tienen una actitud relativamente abierta hacia el cristianismo. ¿Esta actitud es compartida por la población en general?

He estado viviendo en Abu Dhabi durante los últimos 15 años y nunca he experimentado ninguna animosidad. Por supuesto, sabemos que en todos los países islámicos, los no musulmanes, no solo los cristianos, tienen que cumplir con las leyes sociales del islam. Por otro lado, veo un profundo respeto por los cristianos entre la población local. Esto es aún más evidente ahora en el período previo a la visita papal. Varios musulmanes me han contactado para preguntarme cómo pueden ayudar a preparar la visita. Muchos han expresado su interés en asistir a la misa. El Gobierno también está haciendo todo lo que está en su poder para asegurar que tantos de nuestros fieles como sea posible puedan ver al Papa.

La Iglesia en los Emiratos está formada solo por extranjeros, en particular por trabajadores extranjeros. ¿Qué clase de problemas enfrenta como obispo al atender a este rebaño?

Uno de los problemas pastorales críticos radica en el reto de fortalecer a nuestro pueblo en su fe y animarlo a conservar con valentía su identidad cristiana y católica, a profesar la fe incluso en un entorno que no siempre lo hace fácil. Pienso en los trabajadores domésticos y los trabajadores de la construcción que no solo tienen que trabajar duro cada día, sino que a veces también tienen que lidiar con el celo misionero de los empleadores o colegas musulmanes.

¿Qué sucede cuando un musulmán local quiere convertirse al cristianismo?

No conozco ningún país musulmán que permita una completa libertad religiosa. Incluso en aquellos donde convertir a un musulmán a otra religión no está penado por la ley, al menos el círculo social de la persona, en particular su familia, reaccionará con el ostracismo o incluso la violencia física. Como ya he dicho, la libertad de religión es mayor o menor dependiendo del país.

¿Tiene suficientes iglesias y sacerdotes?

Sería deseable tener más iglesias, ya que el número de nuestras parroquias aún no es proporcional al número de creyentes. En los Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, tenemos 9 parroquias, lo que definitivamente no es suficiente para el millón de católicos que viven en el país. Además, también hay que tener en cuenta que, a diferencia de las otras Iglesias, nuestros miembros son internacionales, hablan diferentes idiomas y siguen diferentes ritos católicos. Otro desafío pastoral surge del hecho de que, debido a su situación de migrantes, muchos de nuestros fieles se enfrentan a cuestiones morales difíciles. Esto es particularmente común entre los hombres y mujeres que viven separados de sus cónyuges debido al trabajo, a menudo por períodos más largos que un año. No es raro que los matrimonios se rompan cuando los trabajadores comienzan nuevas relaciones “temporales”.

¿Cómo puede la visita papal ayudar a mejorar la situación de los cristianos en el mundo islámico?

Espero que la visita del Papa pueda cambiar el estado de ánimo general para mejor. Sin embargo, sería un error esperar demasiados milagros de este tipo de visita. Lo decisivo es que los cristianos somos testigos creíbles del mensaje de Cristo. Y eso también significa aceptar con humildad que nunca tendremos el papel principal en esta sociedad. Si todo lo que se logra es un mayor respeto mutuo y esto hace posible trabajar juntos en áreas problemáticas que afectan a todas las religiones, entonces se habrán hecho progresos. Solo hay que pensar en los desafíos, en el compromiso con la paz o en el cuidado de nuestra casa común de la creación.

—Oliver Maksan