Sacerdotes y religiosas entre los 10 católicos secuestrados en Haití

Tras el secuestro de sacerdotes y religiosas en Haití el 11 de abril, el clero y las religiosas católicas tienen miedo. El obispo Jean Désinord, de la diócesis de Hinche, a unos 70 kilómetros al norte de la capital, Puerto Príncipe, habló con Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN). “Nos preguntamos quién será el siguiente. ¿Seré yo o un hermano sacerdote? Los sacerdotes y las religiosas están realmente en peligro de sufrir psicosis. Vivimos con un miedo constante”, dijo el obispo.

El 11 de abril, cinco sacerdotes, dos religiosas y otras tres personas fueron secuestradas en la localidad de Croix-des-Bouquets, cerca de la capital, Puerto Príncipe. El número de secuestros de clérigos y religiosos ha aumentado últimamente. “El año pasado, un sacerdote y una hermana fueron secuestrados. Gracias a Dios, ambos fueron liberados”, dijo el obispo a ACN. “Pero no hay una solución rápida ni fácil para el problema de estos secuestros injustificados. La Iglesia solo puede apelar a nuestros líderes políticos para que garanticen la ley y el orden”.

Es muy probable que estos últimos secuestros sean simplemente parte de la anarquía y el bandolerismo generalizados en Haití. “Es simplemente una forma fácil de conseguir dinero”, explicó el obispo. Sin embargo, no excluye del todo un elemento político además de los motivos criminales de los secuestradores. Es posible que la Iglesia haya sido objetivo de algunos políticos por sus críticas a la situación actual. “La Iglesia en Haití tiene una misión profética. Debe denunciar las terribles condiciones. Así que es muy posible que esto sea una piedra en el zapato para algunos de estos políticos. Pero no podemos saberlo con certeza”, dijo Mons. Désinord a la ACN. “Pero todo el mundo sabe que nuestros políticos se sirven de las bandas criminales para controlar ciertas zonas. La frontera entre el crimen organizado y la política es bastante fluida”.

Monseñor Désinord agradeció el llamamiento realizado por el Papa Francisco el domingo de Pascua. En su discurso de Pascua, el Papa recordó la precaria situación de seguridad en la nación insular y expresó su cercanía con el pueblo. “Nos conmovió mucho”, dijo el obispo. “Nos sorprendió mucho que el Santo Padre nos dedicara tanto tiempo durante su mensaje Urbi et Orbi y mencionara a Haití con tanto detalle. Es un estímulo para nosotros saber que el Papa está tan cerca de nuestro pueblo”. Monseñor Jean espera que el llamamiento del Papa llegue a los dirigentes políticos de Haití. “En cualquier caso, no pueden ignorar un discurso que se escucha en todo el mundo”, dijo.

El obispo también hizo un llamamiento a los donantes de ACN para que sigan acompañando al pueblo haitiano. “Gracias por su cercanía y su generosidad. ACN está de nuestro lado en este momento difícil de nuestra historia. Por favor, sigan apoyando a ACN y muéstrennos su solidaridad cristiana”. También ha pedido que se rece por los obispos de Haití.

En Haití, el país más pobre de América, la situación de seguridad se ha ido deteriorando desde hace años. La delincuencia de las bandas y los secuestros son algo cotidiano. Además, hay graves tensiones políticas entre el gobierno y la oposición; ya en febrero, los obispos de Haití advirtieron del peligro de una “explosión social”.

ACN lleva años apoyando a la Iglesia de Haití en su misión pastoral y humanitaria. Solo en 2020, la organización apoyó más de 30 proyectos diferentes para un total de más de $650.000 dólares. Gracias a la generosidad de sus donantes, ACN pudo financiar la compra y el mantenimiento de vehículos para el transporte pastoral, la ayuda de emergencia relacionada con el COVID 19 —a través de los estipendios de misa para los sacerdotes— y los programas de educación/formación para los laicos, catequistas y seminaristas.

—Mario Oliver