Con la vista puesta en la pandemia, Ayuda a la Iglesia que Sufre lanza un nuevo programa de ayuda de emergencia para los cristianos sirios

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LA EMERGENCIA CONTINUA a la que se enfrentan los cristianos en Siria se ha visto agravada por la pandemia de coronavirus. Para mitigar su impacto, Ayuda a la Iglesia que Sufre ha lanzado un nuevo programa de ayuda por 550.000 dólares para apoyar a 20.550 familias cristianas sirias. El plan de emergencia beneficiará a varias denominaciones: católica, ortodoxa y protestante. La ayuda es muy necesaria, ya que las medidas de aislamiento han sumido a muchas familias en una crisis, al tiempo que han puesto a prueba la capacidad financiera hasta el límite de las iglesias locales de Siria.

Lucha contra la pandemia en Homs (Siria)
Lucha contra la pandemia en Homs (Siria)

“Cada familia recibirá un subsidio único de unos 28 dólares para que puedan adquirir alimentos y artículos de higiene esenciales para protegerse contra el coronavirus. Esto puede parecer poco, pero representa aproximadamente la mitad de los ingresos mensuales de una familia siria media actual y, por lo tanto, es un salvavidas. Este apoyo de emergencia llegará a muchas personas. Sin embargo, debe ponerse en práctica sin demora, antes de que la pandemia se extienda por todo el país”, explica Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de Ayuda a la Iglesia que Sufre International.

El programa de ayuda cubre 7 proyectos distintos y llega a varios lugares. Entre las personas que reciben apoyo del programa, figuran muchas de las ciudades bombardeadas que sufrieron graves daños durante la guerra civil, por ejemplo, 6.190 familias de Alepo y 7.680 de Homs; pero también ayudará a unas 400 familias de los pueblos de Al-Hassakeh y Al-Qamishli, en el noreste de Siria, donde continúan los combates.

“Seguimos apoyando más de un centenar de otros proyectos, tanto pequeños como grandes, en Siria”, dijo Heine-Geldern, y añadió: “Algunos han tenido que reducirse a causa de la pandemia, pero muchos continúan, por ejemplo, nuestro proyecto “Una gota de leche”, que suministra a cientos de bebés y niños pequeños raciones de leche vitales. Creemos que este nuevo programa de ayuda será una importante señal de aliento para nuestros hermanos y hermanas de este país, y les dará consuelo espiritual, además de apoyo financiero”.

Muchas personas en Siria ya han llegado al final de sus fuerzas, como resultado de la guerra y las sanciones económicas vigentes. Pero ahora tienen que enfrentarse a un nuevo enemigo: el coronavirus. “No vamos a abandonar a los cristianos de Siria ahora”, insiste Heine-Geldern.

Durante los 9 años de la guerra civil, los cristianos sirios han sufrido mucho. Antes de 2011, la discriminación de los cristianos era escasa, y solo había un número limitado de familias cristianas que elegían emigrar. Sin embargo, actualmente, los cristianos sienten que se han convertido en ciudadanos de segunda clase, abandonados por el Gobierno y discriminados por otros sirios.

Durante la guerra, las propiedades y posesiones de los cristianos fueron destruidas, saqueadas o vendidas a bajo precio. Muchos han perdido sus trabajos. Debido a las sanciones y al cierre de las fronteras, es difícil conseguir ayuda externa para el país. Hay una inflación galopante en Siria. Además, el sistema bancario del vecino Líbano, que hasta cierto punto mantuvo el sistema en marcha en Siria, se ha derrumbado debido a la propia crisis política y social de ese país.

Entonces, la pandemia golpeó.

—María Lozano