ACN hace un balance de la situación de los cristianos en el mundo en 2020
CORONAVIRUS, TERRORISMO Y GUERRA, y de nuevo un nivel de persecución creciente. El año 2020 ha sido difícil para muchos cristianos de todo el mundo. Al finalizar el año, Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), hizo un balance de las principales áreas de persecución, del trabajo en defensa de la libertad religiosa, así como de los signos de esperanza y de la ayuda que se ha prestado.
2019 ha sido un año terrible para los cristianos. ¿Ha mejorado o empeorado la situación durante 2020?
En muchos países el coronavirus y sus consecuencias han provocado un mayor menoscabo del derecho a la libertad religiosa. Durante este tiempo, muchos cristianos ya oprimidos han sufrido un verdadero vía crucis de pobreza, exclusión y discriminación. Además, se han producido numerosos ataques mortales contra los cristianos. Durante el año 2020, África en particular ha vuelto a ser un “continente de mártires”. En este contexto quiero recordar, entre otros, al seminarista nigeriano Michael Nnadi, asesinado en Nigeria, y a Philippe Yargas, catequista de Pansi, en Burkina Faso, también asesinado por su fe. Y también todas las víctimas de la persecución religiosa y del secuestro que, por lo que sabemos, siguen vivas, en particular la hermana Gloria Narváez en Malí.
¿Qué efecto ha tenido el COVID-19 en los cristianos que sufren?
Hemos recibido muchos llamamientos urgentes de muchas de las Iglesias locales. Eran gritos urgentes de ayuda. Hay países en los que la discriminación social contra los cristianos se ha hecho aún más intensa como consecuencia de la pandemia. Pienso especialmente en las minorías cristianas de Pakistán e India. En muchos casos les ha sido imposible obtener ayuda a través de los canales oficiales del Estado. En consecuencia, hemos iniciado un programa de ayuda de emergencia. Y muchas otras regiones, en las que los cristianos se encuentran entre los más pobres de la sociedad, nos han enviado solicitudes de apoyo en su labor pastoral y caritativa. Es precisamente en esos lugares donde la Iglesia es a menudo la única fuente de ayuda cuando las instituciones estatales les fallan. Por la misma razón. también seguimos apoyando a sacerdotes y religiosos en su apostolado y ministerio, por ejemplo en Ucrania, la República Democrática del Congo y Brasil.
¿En qué regiones del mundo se centrará principalmente la ayuda de ACN en 2021?
La situación en los países africanos de la región del Sahel nos preocupa mucho, así como la situación en Mozambique. El extremismo religioso de los islamistas violentos y radicales va en aumento allí y amenaza con destruir la convivencia pacífica existente entre cristianos y musulmanes en estos países, ya que los extremistas luchan por el poder y los recursos económicos. Cientos de miles de personas han sido expulsadas por la fuerza u obligadas a huir. Muchas organizaciones están retirando su personal por razones de seguridad, pero la Iglesia sigue allí, atendiendo a la gente.
Nigeria también nos mantendrá muy ocupados. Se trata de un país extremadamente importante para todo el continente, y el terrorismo y la muerte se ciernen como una oscura sombra sobre tantas personas. Simplemente no podemos abandonarlos ahora.
Durante muchos años, ACN ha invertido una gran cantidad de energía y recursos en apoyar la supervivencia de los cristianos en Oriente Medio. Desde el comienzo de la guerra en Siria y las incursiones de ISIS y su posterior derrota en Irak, la organización ha apoyado proyectos de ayuda en Siria e Irak por un valor total de más de 110 millones de dólares. Además de esto, ACN ha apoyado numerosos proyectos para los refugiados en los países vecinos.
¿Cuál es la situación actual en la región?
Muchos cristianos de Oriente Medio siguen sintiéndose inseguros y se plantean abandonar sus países. La situación económica y política de estos países no les reconforta. Tampoco se supera el peligro de la violencia yihadista. El Líbano, un país que siempre fue una fuente de refugio y seguridad, especialmente para los cristianos de Oriente Medio, está en la ruina económica. La situación en general es extremadamente grave, aunque hay algunos pequeños signos de esperanza. En las ciudades y pueblos de las llanuras de Nínive, en Irak, la mitad de las familias cristianas han regresado ya a sus antiguos hogares. Y también en Siria ha comenzado la reconstrucción. La visita papal a Irak, anunciada para principios de marzo de 2021, es también un gran rayo de esperanza. Estamos inmensamente agradecidos con el Santo Padre por haber decidido visitar a los cristianos de Irak. Porque tienen una gran necesidad de él.
Un informe de ACN concluye que “Asia amenaza con convertirse en el nuevo foco de persecución anticristiana”. ¿Es realmente tan grave la situación allí?
Los movimientos nacionalistas y los regímenes autoritarios ya están haciendo la vida difícil a muchos cristianos en Asia. La India es un buen ejemplo de ello, por lo que, por ejemplo, nos hemos dedicado a hacer campaña por la liberación del sacerdote jesuita de 83 años, el padre Stan Swamy, que además padece Parkinson. En muchos países asiáticos, el cristianismo se presenta como una influencia extranjera perjudicial, que amenaza la autoridad del partido gobernante o la supuesta unidad religiosa de la nación. En la India esto ocurre en el contexto del llamado Hindutva, la noción de que la India debe ser gobernada según la ideología hinduista, mientras que en China el lema es la “chinalización”, es decir, que las enseñanzas y la tradición de la Iglesia deben adaptarse a la “cultura china”, según la interpretación del Partido Comunista Chino.
Cada dos años, ACN publica un informe sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo. Sin embargo, el próximo informe ha tenido que ser pospuesto a causa del coronavirus, y ahora se publicará en abril de 2021. ¿Puede adelantarnos algo al respecto?
Desde el último informe, la situación no ha mejorado en lo que respecta a la libertad religiosa; de hecho, ha empeorado en todo el mundo. Durante 2020, gracias a Dios, no hubo el tipo de ataques masivos contra los cristianos y otras minorías religiosas que vimos en el año anterior. Sin embargo, hay una gran cantidad de discriminación y persecución que, o bien continúa de forma menos llamativa, o bien recibe muy poca publicidad en los medios de comunicación mundiales. El próximo informe tratará de exponer claramente este hecho.
En muchos países del mundo, aunque no haya una persecución visible y pública, hay un creciente resentimiento y hostilidad hacia los creyentes. Esto es cada vez más evidente también en Europa. Los cristianos se enfrentan hoy a ataques radicales y profundos en dos frentes diferentes. Por un lado, está el intento de destruir las raíces cristianas de la sociedad y construir una sociedad exclusivamente individualista sin Dios. Por otro, está el intento de radicalizar a los individuos e imponer por la fuerza una cosmovisión islámica fundamentalista, sembrando el terror y la violencia y falseando la religión.
—Maria Lozano