Apoya la asistencia a las víctimas de traumas en Sri Lanka
La mañana del domingo de Pascua de 2019 perseguirá a Sri Lanka para siempre. Ese día, una serie de ataques suicidas en 3 iglesias cristianas y 3 hoteles dejaron alrededor de 300 muertos y 500 heridos.
Cientos de personas se habían reunido ese día sagrado: en la Iglesia de San Sebastián, en Negombo, en la Iglesia de San Antonio, en Colombo, y en una iglesia protestante a 160 millas de la capital de Sri Lanka. La mayoría de las víctimas fueron asesinadas en las casas de culto.
La Arquidiócesis Católica de Colombo brindó ayuda inmediata, que constaba de atención médica, por un lado, y funerales dignos para los muertos, por otro. Pero el trauma persiste sobre los que sobrevivieron a los ataques, y las familias en duelo continúan sufriendo.
También persiste el temor de que un ataque pueda volver a ocurrir en cualquier momento. El país está en un constante estado de angustia y ansiedad.
La arquidiócesis tiene previsto ofrecer asesoramiento, terapia de trauma y acompañamiento personal a la gente de Sri Lanka, para que puedan sanar sus heridas. Este tratamiento también estará disponible para los niños que sobrevivieron a los ataques que requieran asistencia. Además, la arquidiócesis espera formar a 300 consejeros y capacitar a quienes trabajan directamente con los sobrevivientes, incluidos los líderes de grupos de jóvenes, para que puedan reconocer y abordar los síntomas del trauma.
Ayuda a la Iglesia que Sufre ha prometido colaborar con 90.800 dólares.
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