Apoyar un programa de apostolado juvenil y vocacional en Bolivia

Esta situación supone un inmenso reto para la Iglesia, que cuenta con recursos y personal limitados para ayudar. Las 27 parroquias de la prelatura solo cuentan con 17 sacerdotes para atenderlas, y cada parroquia contiene hasta 80 asentamientos más pequeños, muchos de ellos remotos e inaccesibles. Como resultado, muchos asentamientos solo pueden ser visitados una o dos veces al año, en el mejor de los casos, por un sacerdote. Al mismo tiempo, también escasean los catequistas que puedan ayudar a preparar a la gente para el bautismo y la recepción de los demás sacramentos, y las sectas locales siguen extendiéndose.

El propio obispo Pascual Limachi Ortiz pertenece al pueblo indígena aymara, que constituye la mayoría de la población local de la prelatura. Quiere hacer algo para mejorar las condiciones y la difusión, y se ha dedicado al apostolado juvenil, ya que los jóvenes son el futuro de la Iglesia.

En 2021, con la ayuda de ACN, el obispo Ortiz puso en marcha un programa de formación cuyo objetivo es formar a los jóvenes en la fe y promover las vocaciones. Ha tenido un éxito tremendo, por lo que ahora quiere ampliar y expandir esta iniciativa.

Escribe: “Actualmente vemos la necesidad de dar mayor continuidad a este trabajo con los jóvenes, que son el grupo más desatendido de nuestra sociedad. También estamos muy interesados en ver cómo se puede retomar el trabajo con los jóvenes también en aquellas parroquias y zonas en las que hasta ahora no hemos estado presentes.”

“Queremos aumentar el número de participantes y, al mismo tiempo, ofrecer una formación mejor y más intensiva a un cierto número de jóvenes animadores de grupos. Al mismo tiempo, también es muy, muy importante para nosotros concentrarnos en la promoción de las vocaciones. Nuestro programa está dirigido a jóvenes de 15 a 29 años, que representan alrededor del 28% de la población total y, por tanto, son unas 87.000 personas”.

El programa comprende unidades de cursos sobre diversos temas, como las Sagradas Escrituras, los Sacramentos, los valores cristianos y la moral. También se organizarán jornadas de retiro y encuentros juveniles. Para ello necesitan no solo los materiales del curso, sino también poder sufragar los gastos de viaje, manutención y alojamiento de los participantes.

Tenemos previsto seguir apoyando este valioso programa con $13.200 dólares para este año. Representa una importante contribución a la educación en la fe y a la promoción de las vocaciones en esta región excepcionalmente difícil.

¿Nos ayudarás a apoyar este programa de apostolado juvenil y vocacional en esta pobre región de Bolivia?

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