Ataques en el estado nigeriano de Benue: 500 víctimas en 2023

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Entre enero y diciembre de 2023, la diócesis católica de Makurdi, en el Cinturón Medio de Nigeria, sufrió 119 ataques de pastores fulani.

En la diócesis nigeriana de Makurdi y en otros lugares del estado de Benue, más de 400 personas murieron y más de otras 100 resultaron heridas, fueron violadas o secuestradas en ataques contra asentamientos y comunidades agrícolas en 2023, según un informe elaborado por la diócesis y enviado a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).

El informe llega un mes después de una serie de masacres en Nochebuena que dejaron cientos de muertos en el estado nigeriano de Plateau.

El padre Remigius Ihiyula, socio de proyectos de ACN que dirige la Fundación para la Justicia, el Desarrollo y la Paz (FJPD) de la diócesis de Makurdi, afirma que entre el 2 de enero y el 27 de diciembre del año pasado se registraron 119 ataques.

Según el informe recibido por ACN, los ataques fueron perpetrados por miembros de la etnia fulani, pastores nómadas que últimamente se desplazan más al sur de Nigeria en busca de mejores pastos para sus animales y que a menudo entran en conflicto con las comunidades agrícolas por la tierra.

“El Cinturón Medio de Nigeria, que incluye el estado de Benue, donde se encuentra la diócesis de Makurdi, es conocido por sus tierras fértiles, y se ha convertido en campo de batalla de estos conflictos. Los fulani vienen de lugares tan lejanos como la República de Níger o los estados septentrionales de Sokoto o Katsina. Viajan hasta allí, disfrazados de nómadas en busca de follaje para su rebaño, pero actuando como yihadistas, propagando el Islam como ideología. Van armados con armas pesadas, destruyen pueblos enteros en ataques sorpresa y perturban las actividades económicas y sociales sin que el gobierno nigeriano reaccione con claridad”, explica el padre Remigius.

Desplazados internos en la diócesis de Makurdi

El informe explica que los 119 ataques causaron al menos 414 muertos en un amplio abanico de comunidades de la diócesis de Makurdi y otras partes del estado de Benue. Pero esta cifra solo incluye a las víctimas que fueron identificadas. “En al menos dos casos, se habla de ‘decenas’ de fallecidos; en otros, se dice ‘se temen muchos muertos’, por lo que el número real de víctimas mortales es sin duda mucho mayor”, añade el padre Remigius. Otras 96 personas resultaron heridas y hubo al menos cuatro casos de violación.

Los ataques de los pastores fulani también se saldaron con el secuestro de 35 personas, según declaró el sacerdote a ACN. Estos secuestros suelen dar lugar a peticiones de rescate, que se han convertido en una industria en toda regla en Nigeria.

El primer trimestre de 2023 fue el más violento, con 18 ataques en enero, 15 en febrero y otros 18 en marzo, que causaron al menos 163 muertos. El verano fue relativamente tranquilo, con solo un atentado en julio, que dejó dos muertos, y ninguno en agosto. El mes de abril fue el de mayor número de víctimas, con 63 muertos en solo nueve atentados.

Aunque la razón subyacente de los ataques tiene que ver con la antigua tensión entre los pastores nómadas y los agricultores asentados, las disputas en estas zonas de Nigeria se ven agravadas por diferencias tribales y religiosas. Los pastores fulani son abrumadoramente musulmanes, mientras que las comunidades agrícolas asentadas son generalmente cristianas. En otras partes de Nigeria, los ataques se han descrito como dirigidos selectivamente contra los cristianos, lo que confirma un elemento religioso en la violencia.

“En el pasado, en el conflicto por las tierras de pastoreo nunca se produjeron las matanzas y la destrucción de las que somos testigos hoy en día. Antes no había intención de ocupar y desplazar comunidades como se está haciendo ahora. También existían mecanismos de resolución pacífica y acuerdos amistosos, ninguno de los cuales existe hoy en día”, afirma el padre Remigius.

Ayuda a la Iglesia que Sufre apoya a la diócesis de Makurdi, en Nigeria, proporcionando ayuda a los desplazados internos de los campamentos de Guma y Daudu, dos de los 14 campamentos y 13 comunidades de acogida del estado de Benue. Además de atención pastoral, la Iglesia local proporciona asesoramiento sobre traumas, becas, alimentos y otras formas de ayuda humanitaria.

—Filipe d’Avillez