Ayuda a la Iglesia que Sufre lanza la campaña: Niños rezando el rosario por la paz en Ucrania
“Porque yo sé bien los planes que tengo para ti —oráculo del Señor—, planes para tu bienestar y no para tu desgracia, para darte un futuro de esperanza. Cuando me llames y vengas a rezarme, te escucharé. Cuando me busques, me encontrarás. Sí, cuando me busques con todo tu corazón” (Jer 29, 11-14).
Queridos amigos,
LA ACTUAL SITUACIÓN DE GUERRA EN UCRANIA NOS CAUSA A TODOS UNA GRAN PREOCUPACIÓN Y TEMOR POR EL FUTURO DEL MUNDO. Millones de personas están huyendo, otras deben esconderse y sufrir la violencia, el frío, el hambre y la desesperanza. Esta terrible angustia, que ahora nos afecta tan directamente, sobre todo en Europa, nos muestra una vez más el poder del mal y el drama mortal que también tiene lugar en muchos otros países del mundo, a menudo completamente desapercibido para el público.
Pero Dios tiene un plan de paz y salvación para todos los pueblos de la tierra. Quiere salvarnos del mal y darnos una nueva esperanza. Para ello, debemos abrirle nuestro corazón, acudir a Él con confianza, seguir sus mandamientos y dejarnos transformar por su amor.
Dios vino al mundo hace más de 2000 años, a través de la Virgen María. Por eso, también hoy quiere venir a nosotros a través de Ella y dar la paz al mundo. A María, la humilde esclava del Señor, le prometió que “aplastaría la cabeza de la serpiente” y derrotaría a los demonios con el poder del sufrimiento de Jesús en la cruz. “Debemos pedir la paz a nuestra Madre Celestial, ya que Dios le ha confiado la paz del mundo”, dijo la pequeña pastora de 9 años en Fátima, Santa Jacinta, antes de su muerte.
Para evitar la Segunda Guerra Mundial, la Virgen en Fátima reveló a tres niños el mayor plan de paz del siglo XX. Desgraciadamente, hemos escuchado demasiado poco las peticiones de nuestra Madre y hemos sido muy lentos en ponerlas en práctica. Pero la “estrategia de Dios” para la paz y la salvación en el mundo sigue siendo la misma. Por eso el Papa Benedicto XVI, en su homilía ante medio millón de peregrinos en Fátima el 13 de mayo de 2010, subrayó: “Nos equivocaríamos si pensáramos que la misión profética de Fátima ha concluido […] La humanidad ha conseguido desencadenar un ciclo de muerte y terror, pero no ha conseguido ponerle fin”.
Desgraciadamente, estas palabras tienen hoy, en 2022, más vigencia que nunca. Sin embargo, a través de nuestra conversión y nuestra oración, muchas cosas pueden evitarse, o al menos mitigarse. Por eso la Virgen nos revela el doloroso destino del mundo. Para que podamos prevenirlo. ¡Esto debe repetirse una y otra vez!
El Papa Francisco ha llamado a la oración por Ucrania en varias ocasiones. El 6 de marzo, por ejemplo, dijo en el Ángelus: “Recemos juntos por Ucrania: […] Recemos juntos, como hermanos y hermanas, a Nuestra Señora Reina de Ucrania”. Por ello, ACN quiere invitar a todos los niños y adultos que participan en la campaña mundial de oración “Un millón de niños rezando el Rosario” cada año, el 18 de octubre, a una “edición” especial de esta iniciativa de oración por la paz en Ucrania.
Esta “campaña especial de oración” tendrá lugar hasta el 2 de abril, día de la muerte del Papa San Juan Pablo II, cuyo lema era “Totus Tuus” (Todo tuyo, María). Él reconoció la importancia del mensaje de Fátima y consagró el mundo y a Rusia al Corazón Inmaculado de María el 25 de marzo de 1984. La Virgen en Fátima pidió a los niños ya en el final de la primera aparición, el 13 de mayo de 1917: “¡Rezad el Rosario diariamente!”. El 13 de julio, volvió a pedir: “Rezad el Rosario diariamente para obtener la paz para el mundo y el fin de la guerra”. Y en la última aparición del mes del Rosario, en octubre, la Virgen hizo una petición urgente a la familia humana: “Yo soy la Reina del Rosario. Seguid rezando el Rosario”.
Por eso te invitamos de manera especial a rezar con los niños en los próximos días, en las familias, en las escuelas, en las parroquias, al menos un misterio del rosario cada día por la paz en Ucrania y en el mundo entero. A través de esta “cadena de oración mundial” y de la pureza e inocencia de los niños, experimentaremos mucho consuelo, valor, ayuda y la paz que solo Dios puede ofrecer.
San Pío de Pietrelcina dijo: “Si un millón de niños rezan el rosario, el mundo cambiará”. A él mismo le llamaban “un rosario viviente” porque rezaba el rosario incesantemente. Lo llamaba su “arma” más eficaz, que gana todas las batallas contra el mal. El Padre Pío describió una vez un sueño, sobre esto:
“Una noche, estaba rezando en el coro cuando me molestó un fuerte grito. Venía de la plaza de la iglesia. Me acerqué a la ventana y vi una muchedumbre aullante y atolondrada que gritaba: ‘¡Abajo Jesús! Me retiré y hablé con la Virgen sobre la situación. Ella me dio una pequeña arma, muy pequeña, tan pequeña que se podría haber escondido en el pelo. Volví a la ventana y mostré mi arma, colgándola de un lado a otro. Todos cayeron al suelo, como inconscientes. Más tarde, me acerqué de nuevo a la ventana y vi una tremenda multitud de personas. Grité con fuerza: “¿Quiénes son? Y me respondieron a gritos: “¡Viva Jesús! ¡Viva la Virgen! Yo respondí: “Oh, ustedes son mis hijos espirituales. Recen siempre el rosario y nadie les tocará un pelo”.
Con esta confianza infantil en la poderosa intercesión de nuestra Madre Celestial, también queremos pedir a Dios la paz y la unidad en Ucrania y entre todos los pueblos a través de la “Campaña Especial de Oración: Un millón de niños rezando el Rosario por la Paz”. Todos somos hijos de Dios que ha confiado a la protección maternal de la Virgen.
— Padre Martin Barta, Asistente Eclesiástico de Ayuda a la Iglesia que Sufre – Internacional
ORACIÓN DE LOS NIÑOS POR LA PAZ EN UCRANIA
Amada Madre celestial,
Nuestra Señora de Fátima, Reina de la Paz.
Por la intercesión de los pastorcitos de Fátima, los santos Jacinta y Francisco, y la sierva de Dios Sor Lucía, nosotros, pequeños y pobres niños que aún no sabemos mucho, te pedimos que nos obtengas de Tu Amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo la paz en todo el mundo.
Te pedimos por todos los rincones de nuestro planeta donde hay guerra, y especialmente por Ucrania.
Seca las lágrimas de los inocentes que sufren el odio y la violencia.
Te pedimos por la conversión de los pecadores, que aún no conocen tu amor maternal y el amor de tu Hijo Jesús. Consagramos a tu Corazón Inmaculado el mundo entero, especialmente Ucrania y Rusia.
Queremos rezar el Rosario todos los días, practicar pequeños sacrificios, en la medida de nuestras posibilidades y, junto con nuestros padres, el primer sábado de cada mes, celebrar actos de amor en recompensa a tu Inmaculado Corazón.
¡Reina de la Paz, ruega por nosotros!
Te aman tus amados niños.