Ayuda para la formación de siete seminaristas en el Líbano
Hasta hace poco, el Líbano era el único país de Medio Oriente con mayoría cristiana. Actualmente, los cristianos no son más que aproximadamente el 34% de la población total; entre los jóvenes menores de 25 años, solo una cuarta parte son cristianos. La continua emigración de cristianos es una gran razón para la disminución de las cifras. Durante la guerra civil, entre 1975 y 1990, unos 700.000 cristianos abandonaron el Líbano.
Ahora, las desastrosas crisis económicas y políticas del país y, más recientemente, la devastadora explosión que destruyó una sección de la capital Beirut, incluyendo uno de los barrios cristianos, no han hecho más que intensificar esta tendencia.
En la Arquidiócesis de Baalbek, en el Valle de la Bekaa, en el noreste del país, la situación es peor. Aquí los cristianos representan ahora apenas el 5% de la población. Esta es una región pobre, muy insegura, debido a la proximidad de la frontera con Siria. La gente tiene miedo. Los que pueden, están dejando el país y buscando una vida mejor en Canadá o Australia, mientras que muchos otros se están mudando a Beirut. Lo único que puede frenar este éxodo masivo es la presencia de una Iglesia fuerte, capaz de apoyar a sus fieles espiritual, pastoral, social y económicamente.
Sacerdotes jóvenes, bien formados y enérgicos, tienen un papel crucial que desempeñar para mantener viva la Iglesia en la zona, y el arzobispo maronita Hanna Rahme de Baalbek está feliz de tener 7 jóvenes en su arquidiócesis, que se están formando para el sacerdocio. Ya están ayudando activamente en el trabajo parroquial, incluyendo las labores con los jóvenes y la catequesis.
El arzobispo escribió a Ayuda a la Iglesia que Sufre: “Estos jóvenes tienen un fuerte espíritu misionero. Quieren servir a la Iglesia, ya sea en el Líbano o en cualquier otro lugar donde haya grandes poblaciones de inmigrantes. Quieren ser ‘sacerdotes para siempre’. Damos gracias a Dios por estas jóvenes vocaciones; ya están sirviendo a la diócesis con celo apostólico”.
Ayuda a la iglesia que Sufre planea contribuir con 11.800 dólares para la formación de estos 7 futuros sacerdotes.
¿Ayudarás a estos jóvenes seminaristas para que completen su formación en el Líbano?
Ayuda a la Iglesia que Sufre se compromete a invertir los fondos donde tengan el mayor impacto para la Iglesia a la que servimos. Las donaciones a los proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre se utilizarán en los programas que más lo necesiten para ayudar a mantener viva la fe.
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