Ayuda a renovar un presbiterio en la isla Puná, en Ecuador

Puná es una isla de 350 millas cuadradas justo en la costa sur de Ecuador. Tiene una población de 7.000 habitantes, aproximadamente, y es un lugar humilde. La mayoría de la gente depende de la pesca artesanal o de la venta de artesanías regionales a los turistas.

La isla también ocupa un lugar importante en la historia de la Iglesia en Latinoamérica, ya que en 1541 fue donde el primer obispo del Cuzco que también fue uno de los primeros obispos de América Latina sufrió el martirio. Por ello, la evangelización de la isla ocupa un lugar especial en la historia de la Iglesia católica local.

Sin embargo, a pesar de esta historia, no fue sino hasta 2018 que la primera parroquia se estableció aquí. Esta cubre 13 pequeños pueblos y aldeas de la isla. El párroco, el padre Celso Miguel Montesdeoca Robles, quiere insuflar nueva vida a la Iglesia local, y de hecho ya ha conseguido mucho. Actualmente, existe una instrucción catequística regular para niños, jóvenes y adultos, además de una pastoral juvenil y grupos locales que visitan a los enfermos y ancianos. El padre Robles también quiere dar una formación más sólida a los líderes de los grupos y animar a más gente nueva a involucrarse. Las hermanas de la Congregación de las Hijas de María lo ayudan en su trabajo.

Mientras el padre Robles trabaja para dar nueva vida a su Iglesia local, su presbiterio y casa parroquial están en condición crítica y necesitan una renovación urgente. Esta es una zona de frecuentes terremotos, lo que ha producido grandes daños en las paredes y el techo, especialmente durante el devastador terremoto de 2016. Y el fuerte aire marino cargado de sal ha corroído el tejido del edificio. Además, las viejas cañerías y cables eléctricos deben ser reemplazados completamente. Por último, pero no menos importante, el edificio tiene muy poca protección contra las bandas criminales que deambulan por la zona.

Ayuda a la Iglesia que Sufre propone ayudar en esta renovación con una contribución de 16.000 dólares.

¿Te gustaría que el padre Robles pudiera renovar su presbiterio mientras trabaja para revitalizar la fe de la Isla Puná en Ecuador?Ayuda a la Iglesia que Sufre se compromete a invertir los fondos donde tengan el mayor impacto para la Iglesia a la que servimos. Las donaciones a los proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre se utilizarán en los programas que más lo necesiten para ayudar a mantener viva la fe.

Code: 217-01-19

CONTAMOS CON TU APOYO